Sobre matematica y geometrias en perspectiva
En el
siguiente texto se desarrollaran una serie de posturas que se proponen dar
cuenta de una ciertas relaciones lógicas y la naturaleza de la construcción de
las mismas con respecto a la geometría y las matemáticas; con el objetivo de
desarrollar un punto de vista, que ubique de alguna manera y clasifique los
cambios en las disciplinas científicas, como discontinuo o con alguna clase de
reafirmación, es decir, negación no total; se tendrán que definir algunos
puntos constantes en el análisis de las mismas, estos serán por ejemplo,
incluir una dimensión histórica a las doctrinas mismas, una consideración de
algunos fenómenos relativos a la elaboración y complejización de las
disciplinas a lo largo del tiempo, algunas de los puntos en que se ubican
elaboraciones explicativas sobre problemas de la realidad física o de problemas
formales de algunas de las disciplinas; esto no es otorgarles un cambio
influido por la socio historia
(socio causalidad), tampoco elaborar una especie de historiografía, sino solamente incluir dentro de su comprensión, el calificativo de histórico para denotar la capacidad de desarrollo que tienen las investigaciones, hallazgos y lógicas dentro de estos campos, y que además es en el tiempo en el cual estas van formalizándose, sea axiomatizándose mas exactamente o negando una serie de axiomas para ser suplantados (como en el caso de newton-Einstein o las geometrías); es decir, la dimensión histórica se introduce como un indicador de que las doctrinas matemática y geométrica no están dadas de una vez y para siempre, sino que han sido sometidas una y otra vez a diferentes consideraciones sobre su capacidad explicativa y que de estos análisis exhaustivos, es de donde se generan las unificaciones explicativas, las separaciones disciplinarias o las discontinuidades; sin embargo este trabajo será un esbozo explicativo sobre porque se pueden mantener disciplinas separadas aun cuando parte de sus postulados han sido negados por una posterior, pero corregidos, rectificados para reafirmar un campo de objetualidad especifico y limitado.
(socio causalidad), tampoco elaborar una especie de historiografía, sino solamente incluir dentro de su comprensión, el calificativo de histórico para denotar la capacidad de desarrollo que tienen las investigaciones, hallazgos y lógicas dentro de estos campos, y que además es en el tiempo en el cual estas van formalizándose, sea axiomatizándose mas exactamente o negando una serie de axiomas para ser suplantados (como en el caso de newton-Einstein o las geometrías); es decir, la dimensión histórica se introduce como un indicador de que las doctrinas matemática y geométrica no están dadas de una vez y para siempre, sino que han sido sometidas una y otra vez a diferentes consideraciones sobre su capacidad explicativa y que de estos análisis exhaustivos, es de donde se generan las unificaciones explicativas, las separaciones disciplinarias o las discontinuidades; sin embargo este trabajo será un esbozo explicativo sobre porque se pueden mantener disciplinas separadas aun cuando parte de sus postulados han sido negados por una posterior, pero corregidos, rectificados para reafirmar un campo de objetualidad especifico y limitado.
Uno de los
intentos es también, con ayuda de otras literaturas, encontrar un punto de
causalidad donde se pueda entender dónde radica un peso crítico en el momento
de una adecuación de un paradigma, la elaboración de nuevos paradigmas o ya sea
la negación de los mismos. Con lo que pretendemos involucrar a la historia en
este embrollo sobre las ciencias, para definir la necesidad de ella para las
explicaciones y posteriores desarrollos prácticos o de lo contrario su
departamentalización y apropiación de un campo objetual especifico.
Posteriormente
nos ocuparemos de sustraer de lo desarrollado sobre las matemáticas y sus
referencias con la geométrica, las nociones sobre las que se ocupan cada una,
entendiendo que sus tareas de explicación distan en la modernidad más o menos a
partir del S XIX más claramente, pero ya desde el s. XVII, se va viendo esta
disociación entre matemáticas y geometría; se pretenderá entonces sustraer el
concepto de objetualidad, objeto de estudio de cada cual, por lo que veremos la
caracterización de estas y su separabilidad posterior, junto con las
consecuencias de esa separabilidad por la constitución objetual.
La lógica historizada
En la
perspectiva histórica, recabaremos los puntos sobre los que escribe Koyre, su
manera específica de entender los cambios en las perspectivas científicas; más
que como una postura única, parece importante para la elaboración de una comprensión
histórica de las ciencias en su movimiento, la separación entre los contenidos
internos de las ciencias y su modificación, mientras que lo que es exterior a
las dinámicas científicas se establecerá como exterior, acá tenido como
estrictamente científica, toda disciplina que pretenda gradualmente la
formalización de su tarea, la logicizacion de la misma, o la objetivizacion de
las consideraciones propias de cada disciplina. En la introducción al libro
–Pensar la ciencia- de Koyre, Carlos Solís, establece los factores internos
como “aquellos que pueden constituir
buenas razones para las decisiones tomadas por los profesionales de un campo
científico determinado en aras del desarrollo del conocimiento, mientras que
son externos todos aquellos factores que afectan a la marcha de la ciencia por
otros caminos” (Koyre.1994. p, 30.). Con esto Carlos pretende decir que las
revoluciones científicas son producto de consideraciones meramente científicas,
de comprobabilidad suficiente, de formalidad de un enfoque teórico o
axiomático, mientras se baste a sí mismo con todas sus consideraciones
pertinentes, es sujeto de ser usado; se entendería que acá lo considerado es lo
estrictamente científico, lo que posee un carácter de medibilidad,
comprobación, un lenguaje científico como unificante, capaz de ser entendido y
ser aplicado sistemáticamente a una serie de problemas, experimentos,
fenómenos, hechos, siendo todas estas consideraciones de carácter racional que
definirían los cambios epistémicos y formales, sin embargo, se haría la
salvedad de que no se vería como única
determinante para su difusión, sino solo en cuanto estas consideraciones
racionales encuentran un caudal que reciba el cuerpo científico, justificado
racionalmente y posibilitado socialmente; otro caso sería si se diera la
situación de la existencia de una limitación cognitiva en una época, por lo que
un cambio de perspectiva de la ciencia no podría darse, ni tampoco la
modificación de muchas otras disciplinas como efecto de una nueva comprensión
racional, por más demanda que haya en el medio social, la limitación del
conocimiento parece ser totalmente vinculante. Para efectos de este ensayo, no se
tomara esta perspectiva interna de la ciencia, como único motor en el camino de
su creciente formalización, sino que la división interno-externo, como se viene
estableciendo será de gran ayuda para entender la capacidad de desarrollo y
difusión de las ciencias con sus consideraciones internas.
En Koyre
podemos encontrar rasgos de análisis como los que nos señala Solís; como
primera característica encontramos que para él, los científicos del s XVII no
solo se debía a una corrección de la imagen y explicación del mundo, sino que “Tenían
que destruir un mundo y sustituirlo por otro. Tenían que remodelar y reformar
sus conceptos, tenían que desarrollar una nueva manera de ver el Ser, un nuevo
concepto del conocimiento, un nuevo concepto de ciencia.» La segunda
característica de su historiografía es la ya mencionada discontinuidad de los
sistemas de pensamiento.” (Koyre.1994. p, 26.); este segmento nos lleva a
pensar que una revolución científica lleva a negar una serie de postulados,
para dar paso a otros y sus resultados como cambio de perspectiva en conexión
con la vida común, más sin embargo veremos luego, casos de no negación total en
la geometría. ¿Cómo podríamos llamar al mantenimiento de perspectivas diferidas
y su coexistencia por las cualidades del objeto al que se deben?, deberíamos
considerar no solamente una discontinuidad, sino una corrección axiomática
también y posterior partición de las ciencias como constitutivas de fenómenos
con propiedades disimiles; como así mismo acota Koyre sobre que el análisis de
la revolución científica, matemática y filosófica propia del empuje del siglo
XVII, que nos dice sobre la estructura de esa revolución, pero poco dice de la
actualidad de las estructuraciones futuras; es decir, podríamos decir que el
problema es grave, pues esta estructura requiere de una revisión periódica, una
característica propia de un momento particular en las ciencias, que podría
diferir a la ya entendida discontinuidad.
El papel que
Koyre otorga a las consideraciones filosófica, matemáticas y científicas,
forman parte de una disposición que él llama –interna-, de las revoluciones y
de la historia científica, es pues el núcleo duro que sostiene los cambios
progresivos en los esquemas de concepción de mundo; en oposición a otras
corrientes que tienden a otorgar el peso motriz al contexto de relaciones que
él va a llamar -exteriores- como lo es la teología, las cuestiones del
funcionamiento económico (no así necesariamente con las concepciones y
disposiciones sobre la economía), la moral, la ética y demás elementos que
ahora podrían llamarse estrictamente sociológicos.
Otra de las
facetas introducidas para desarrollar una ubicación lógica, es la postura de
Rudolf Carnap, según la cual la logicidad de una serie de proposiciones y su
formalidad, radica en la capacidad de que un significado sea sostenido y lo
suficientemente preciso para la tarea que se propone, su fundamento definitorio
además descansa a la misma vez sobre otras disciplinas investigativas, sobre
otras ciencias que han ya definido sus atributos como concepto o ente. En este
ejercicio de establecimiento de un significado con arraigo lógico, se encuentra
la clave para entender a la vez de manera recursiva, el programa lógico que
definió y sigue definiendo el endurecimiento de las perspectivas y su
constitución como paradigmas explicativos, esa característica presente en la
historia de las revoluciones científicas; ejercicio que implica algunas veces
la negación de otros paradigmas anteriores, involucran una ruptura
epistemológica y como resultado final, con toda una concepción de mundo extra
científica, en la moral, la ética de una época, sin embargo no podríamos decir
que el establecimiento de una serie de postulados científicos, considerando la
lógica filosófica como su fundamento, lleve inmediatamente a una negación
total, es decir, sobre las proposiciones ambivalentes podríamos decir que
representan una definición y sistematicidad importante y que solo negarían
(según Carnap), la serie de proposiciones que no tengan sentido, abriendo la
posibilidad en una moderna ciencia, de dobles sentidos, de diferentes marcos
lingüísticos (e irremediablemente logicos) que contengan enunciados similares
pero con consecuencias lógicas diferidas y definidas por su pertenencia a uno u
otro. Asi es como Carnap afirma: “llamaremos a este procedimiento la
construcción de un marco (framework) lingüístico para las nuevas entidades en
cuestión. Ahora, debemos distinguir dos clases de preguntas de existencia:
primero, preguntas acerca de la existencia de ciertas entidades del nuevo tipo
dentro del marco; las llamaremos preguntas internas; y segundo, preguntas que
conciernen a la existencia o realidad del sistema de entidades como un todo,
llamadas preguntas externas. Las preguntas internas y las posibles respuestas a
ellas son formuladas con ayuda de nuevas formas de expresiones. Las respuestas
podrían ser encontradas ya sea por métodos puramente lógicos o por métodos
empíricos, dependiendo de si el marco es uno lógico o factual. Una pregunta
externa es de un carácter problemático que necesita de un examen más detallado.”(Carnap.
1950. P, 21). Es de interés remarcar la palabra –Framework- ya que su
significado refiere a una codificación, en este caso de los enunciados
filosóficos; es decir a su sistematización y reducción lógica del significado,
a la hora de enfrentarse a
procedimientos cuando es necesario resolver problemas dentro de una
lógica de cosas.
Para Carnap,
el análisis lógico del lenguaje (filosófico o formalista cientifico) propone la
tarea de la sistematización de una serie de proposiciones a partir de su
precisa definición por, protocolos, o retrotraimientos, mientras se establece
un marco lógico de lenguaje al que pertenezcan una serie de proposiciones antes
no contempladas; la pretensión de formalización de posibles nociones
metafísicas encuentra motivación en su precisa definición, no en su negación
definitiva como primer recurso. El análisis del lenguaje radica en su
reductibilidad a proposiciones esenciales que enmarquen una palabra dentro de
un todo lógico que no pertenece siempre al dominio de la filosofía analitica,
pero así se encuentra el significado establecido (fijado), en la biología, en
la geometría, matemática, si se retrotrae a definiciones básicas anteriores, o
si encuentra proposiciones protocolares en los estudios empíricos, en las
construcciones conceptuales o de observación de la objetualidad señalada por la
proposicion (en general, marcos de significación con una lógica formalizada y
proposiciones protocolares respectivamente); de ahí que se procede luego a
continuar con el enunciado limpio ya de otras definiciones especulativas. La
aceptación de una serie de postulados radica en la pertinencia hacia un campo
de estudio y su pregunta sobre la pertinencia debe enmarcarse dentro de una
lógica más formal pues si no se encuentra más formalidad (matemáticas), se
convierte en una pseudopregunta especulativa (pregunta externa como nombra
Carnap); diciendo con esto que si no encuentra un marco lógico de
significación, es incomunicable, indefinible o ambivalente, sin sentido, por lo
que no puede constituirse una respuesta lógica para tal pregunta. Se podría
preguntar por resultados de relaciones entre magnitudes, dentro de una lógica
propia de la matemática, representada por los signos propios de las matemáticas
(números y signos de operación), pero sobre ese conjunto de expresiones y la
duda sobre la existencia de esos signos o de su pertinencia para representar
las operaciones realizadas lógicamente, no se podría responder desde la lógica
interna, sino desde una extra lógica, la filosofía de las matemáticas o
nociones de utilidad ya meramente no concernientes a la lógica de las
matemáticas, sino consideraciones más delicadas.
Lo protocolar segun nos refiere Ayer en su compendio, en los textos de Neurath, de Carnap (comprendido y explicado de maneras diferentes), son el contenido observacional de acuerdo a parametros que explicitan el punto de referencia de la observacion y la fisicalidad de lo observado de acuerdo a un contenido de coordenadas espacio-temporales de las que da cuenta; es decir si yo digo protocolo de Xpersona a las 20:11, esto nos arrojara a la clase de percepciones auditivas, visuales, espaciales, como por ejemplo < X ve una mesa a su una mesa> <X se observa en una habitacion oscura>, daar cuenta del pundo de referencia y de la manera en la que se puede ubicar este en el espacio (X esta a la derecha de la mesa en la habitacion oscura) y ademas de los mecanismos de ubicacion (ver, observar, sentir). Lo protocolar es una forma de peticion de lo que el metodo de sinonimia emprende como manera de encontrar significados, pero estas proposiciones protocolares dicen sobre el caracter factual de un punto de referencia en cuento a coordenadas espacio-temporales y explicitan la manera en que el significado se conecta con lo factual.
La matemática y la geometría en perspectiva
Koyre citando
la postura diferenciada de Kant con respecto a newton y su geometrización del
espacio, señala: “no son las condiciones del saber las que determinan las
condiciones del ser fenoménico de los objetos de esta ciencia -o de los entes-
sino, al contrario, la estructura objetiva del ser lo que determina el papel y
el valor de nuestras facultades de saber.” (Koyre.1994. p, 61.) El abordaje
kantiano expuesto va a proponer la separación entre las consideraciones del
saber y las características propias de los objetos de ciencia que tratamos de
aprehender, es pues la pertinencia de la formalidad lógica, de la conformación
de objetualidad desde las disciplinas científicas, pues va a dirigirnos hacia
una determinada cualidad de objetos aprehendidos, que serán abordados desde un
marco epistémico determinado y pertinente para la serie de fenómenos
estudiados, se asegura la independencia del -ser fenoménico de los objetos de
la ciencia-; sin embargo en Koyre, este -ser fenoménico kantiano- se asemeja a
lo que se ha abordado como objetualidad de la ciencia, es decir una aprehensión
a medio camino del objeto material en su captación fenoménica, se puede decir
que en Koire, es dependiente de las consideraciones internas, la manera en que
se constituye el objeto como –ser fenoménico- , también se puede reasegurar la
historicidad de las disciplinas aplicadas, (no siempre de las lógicas, pues
estas pueden ser discontinuadas) y de las elaboraciones objetuales (si no son
totalmente negadas, es decir no están dadas, cerradas para siempre, sino
abiertas a nuevas resoluciones formales de problemas existentes, su negación o rectificación),
en este caso se afirma la especificidad de la lógicas y consideraciones
epistemológicas por unidad de tiempo, es decir su suplantación, corrección o
reaxiomatizacion, no así la historicidad del objeto como perteneciente al mundo
natural como dado (aunque este cambie,
se entiende que son cambios que siempre han ocurrido, pero son posteriormente
incorporados), elemento ultimo del que no se pretende explanar opinión, o
consideración estricta, por parecer concerniente a otro campo.
Sobre la
historiografía de la matemática, ponemos en perspectiva sus descubrimientos y
posibilidades explicativas en relación con su progresiva independencia de lo observable empíricamente,
de su formalización contigua, axiomatización y ascenso lógico. La presunta
apertura de la lógica, su carácter no dado de una vez por todas convertiría a
la matemática en un elemento lógico, que no se elevaría, a pesar de su
formalidad, sobre las condiciones pertinentes a sus caracteres filosóficos, a
su estudio meta-matemático, para eso podríamos decir que su formalidad esta
siempre a prueba en la labor filosófica ; la labor filosófica en este caso,
según Carnap tal vez consideraría, consistiría en el esclarecimiento de los
fenómenos englobados en ella, en el análisis lógico del lenguaje proposicional
como propósito definitorio de un esquema lógico propio y, en última instancia,
la introducción de una serie de fenómenos dentro de una forma lógica. Entonces
podríamos entrever que el supuesto de la discontinuidad epistemológica es
aplicable a las ciencias factuales, no así a las lógicas, pues la matemática ha
sido axiomatizada y re axiomatizada continuamente, incluyendo nuevos conjuntos
más complejos, pero no negando totalmente la anterioridad.
Anteriormente,
se menciona una periodización concerniente a la historia de las ciencias y sus
revoluciones, acertadamente las coincidencias con algunas propuestas Koyreanas,
son muestras de la pertinencia de mencionar al S XVII como un periodo
revolucionario en el área de las ciencias, puesto que existía una amplia
disposición científica relativa a “desarrollar métodos matemáticos y
científicos apropiados para poder integrar una gran colección de resultados en
la física y en la astronomía que se habían estado generando” (Ruiz. 1999. p. 24), es pues un avance en las
explicaciones matemáticas de las geometrías utilizadas para la simplificación
astronómica de las mecánicas planetarias newtonianas, pero que después va a
seguir un avance matemático que se separa de la geometría clásica por
inadecuación de esta a los avances de la forma matemática. Se van a comprender
ciertos avances en la capacidad explicativa matemática, en detrimento de la
formalidad geométrica, pues en su vertiente clásica se van a presentar
limitaciones métricas, de la manera de construir figuras y la forma de generar
explicaciones de estas en cuanto a adecuación a lo existente; sin embargo, las
limitaciones se dan sin contemplación de algunos avances, ya que esos no
representaban todavía una formalidad lógica unificada, sino solamente
“excepciones importantes y significativas” (Ruiz. 1999. p. 25), de ahí la perspectiva de limitación
explicativa.
La filosofía
metódica, parecía proponer y dirigir lo que procedía de manera científica, se
elevó a si misma como producto formal del pensamiento, mientras que disponía
sobre otras disciplinas sus consideraciones: “la ciencia se rebeló contra la
tiranía de esta pretendida Regina scientiarum, y que su progreso coincidió
justamente con su liberación progresiva y su establecimiento sobre la base
firme de la experiencia” (Koyre.1994. p, 48.); la interpretación expuesta, no
solo significa que la filosofía adquiría formalidad conjuntamente con las
matemáticas, y su relación era altamente cercana a la ciencia si no que, la
ciencia tuvo que liberarse haciendo revisión de sus postulados, ajustándose a
la experiencia objetual y formalizándola. Esas -excepciones- explicativas se
irían convirtiendo en nuevas consideraciones o consolidando nuevos marcos de
comprensión que no negarían el anterior por un aparente principio de no
conciliación objetual, derivado de una objetualidad relativamente abstracta
pero suficiente para abordar problemas físicos específicos, “De hecho no son
los cuerpos de nuestra experiencia común, sino los cuerpos abstractos” (Koyre.1994.
p, 64.).
-Geometrias
axiomáticas y reformulación del 5to postulado.
La tension entre la genetica y a axiomatica, se asemeja a la tension entre la teorizacion o la metateorizacion y el proceso de descubrimiento menudo, es decir equivalen los dos, a concepciones de la manera en que se desarrollan las entidades formales de la matematica, posteriormente cualquier otra entidad que pretenda tal formalidad; por un lado la axiomatizacion de un conjunto de proposiciones supone un cierto conocimiento de los mismos, ademas de una cierta cualidad inicial de lo cual todas los otros posibles resultados estan contenidos o son deducibles resolviendo las ecuaciones que axiomatizan un sistema, doblemente se comprueba la formalidad de los enunciados simples y la deducibilidad de ciertos enunciados u operaciones.
La genetica se basa en los descubrimientos progresivos de caracteristicas que se desprenden de una atribucion inicial, por ejemplo la discontinuidad de los numeros, de las unidades, sin embargo este concepto va a transformarse con los calculos infinitesimales, donde cada numero no es unitarios sino capaz de ser continuado infinitamente, sin embargo eso solo complejiza las operaciones posibles, pues este hecho fue reconocido apartir de por ejemplo la division de numeros enteros como principio; la diferencia de la genetica como medio para la investigacion metamatematica o lectura metahistorica de la ciencia, es que busca estos puntos de cambio conceptual en el descubrimiento del caracter infinitesimal y añade ese hecho al bagaje de operaciones. Donde la axiomatica tenderia a demostrar hechos deducibles de otras proposiciones, la genetica solo ve una linea de descubrimientos de propiedades y cambio de perspectiva.
La comprobacion del 5to postulado geometrico de Euclides, tiene que ver con que este se creyo no deducible logicamente de los anteriores y por lo tanto este ultimo postulado se convierte en inconsistente en la logica de conjuntos y de abstraccion; la solucion radico en un trabajo amplio de comprobacion apartir de triangulos y demas para construir el paralelismo de las rectas; el resultado fue ademas el descubrimiento de los planos y las superficies, diciendo que <sobre una recta pasan infinitos planos>, mas tarde el plano se convirtio en un elemento que transmite propiedades a las figuras y a sus transfromaciones permitidas por lo que nacen las geometrias no euclidianas, criticas y negadoras ademas del 5to postulado sobre el paralelismo.
Ruiz expone
en su libro sobre las geometrías no euclidianas, el alcance de la geometria
analítica y su relación con los postulados del cálculo matemático, en ese
instante que durante el s XVIII, se avanza hacia la explicación de curvas junto
con el sistema de coordenadas en el plano cartesiano, es decir, matemáticamente
se pueden establecer las formas de acuerdo a los limites centrales de una plano
cartesiano; Newton y Leibniz van a representar este movimiento en el cálculo y
en el siglo XVIII la analítica de Euler cerrara parte de las facetas de
aplicación matemática como manera de resolver problemas geométricos. “muchos
asuntos de la antigüedad clásica fueron abordados y resueltos… Ya en el siglo
XVIII… generaría… las series infinitas, el cálculo de variaciones, la geometría
diferencial, la ecuaciones diferenciales, el análisis de funciones con
variables complejas…” (Ruiz. 1999. p.
25); En una perspectiva Carnapiana, la sistematicidad de la aprensión fenoménica,
iría adquiriendo cualidades matemáticas, como también caracteres de
comprobabilidad protocolaria; cuestiones que a partir del s XIX adquirirían
profunda importancia en campos de la lógica filosófica, matemática y en la
comprobación geométrica.
En la geometría, se van a aplicar diferentes
avances científicos, ya desde el S XVIII, la capacidad de las coordenadas, de
proveer aproximaciones de magnitudes, es un avance que no solo involucra la
resolución de problemas de la antigüedad desde las matemáticas, sino que iria a
modificar las tradiciones propias de la geometría clásica; como sucede con las
demás ciencias, en la filosofía con grandes asociaciones matemáticas se ven las
capacidades de la aplicación sobre determinados problemas, incluso económicos,
muchos de los cuales son provocados por los avances matemáticos y las
incorrespondencias con los paradigmas precedentes, Ruiz señala que los avances
teóricos coinciden con “una demanda creciente hacia el uso de las ciencias en
la vida social” (Ruiz. 1999. p. 39), lo
cual en Koyres hace en la concepción histórica de -espiritualidad científica-,
y que acá (el texto propio) se opone analíticamente al estado del conocimiento
(talvez también en Koyres), llamándolo -posibilitación social o contextual-,
dando las características de que sin una no hay avance epistemológico y sin la
segunda no hay difusión a gran escala; daremos como categorías propias de este
texto, y con una función explicativa, los nombres de –posibilidad lógica y
posibilidad social-.
Un avance matemático
que da Galois (1811-1832), da como resultado una separación lógica de las
lógicas desprendidas de las objetualidades, él llega a establecer que “un conjunto de elementos forma un grupo con
una operación si: el conjunto cerrado bajo esa operación (operar dos elementos
da otro del mismo conjunto), contiene un elemento neutro (W* neutro= W), para
cada elemento existe un elemento inverso (W*Wˆ-1=neutro) y la operación es
asociativa [x*(y*z)=(x*y)*z]” (Ruiz. 1999.
p. 49), una justificación lógica de la cerrazón interna de una
agrupación lógica, cerrazón entendida en términos lógicos hasta mas no haber,
con el concepto de historicidad lógica que no excluye la incorporación de
nuevos fenómenos pero que tampoco niega el todo de la formalidad analizada; es
por ahí por donde podríamos asimilar que dos fenómenos con axiomatizaciones
disimiles no podrían constituir en una operación, un conjunto o sistema único.
Si hacemos referencia a que “una geometría era el estudio de las propiedades de
figuras que se mantienen invariantes cuando se aplica un grupo de
transformaciones. El asunto se puede poner así: al ampliar o reducir un grupo
se pasa de una geometría a otra” (Ruiz. 1999.
p. 50), lo anterior por un principio de contenido, en el que por ejemplo
“la geometría euclidea plana se asocia al grupo de transformaciones dado por
las traslaciones y rotaciones en el plano (los objetos son las figuras del
plano invariantes bajo este grupo de transformaciones)” (Ruiz. 1999. p. 50)
Si pensamos
que los objetos siempre han existido de ese modo (los fenómenos comúnmente
observados), no podríamos llamar a esto contingencia, sino solo descubrimiento
posterior(postulados no euclidianos), pero no una serie de postulados a
posteriori, si pensamos que toda figura está compuesta de puntos y que estos se
agrupan de diferente modo pero que siempre es calculable su densidad,
volumen, proporción, forma, etc., no entraríamos en discusiones de este tipo...
pero si pensamos en lo anterior y la construcción de triángulos de acuerdo a
esto, esos triángulos podrían adquirir formas muy diversas, una de las cuales
serían las euclidianas (suma de sus ángulos =180°), pero en las geometrías no
euclidianas la suma de sus ángulos serían menores o mayores a 180°... es esto
una contingencia en lo no euclidiano?, o mas bien a la luz de su conjunción,
solamente un resultado de razonamientos de diferentes órdenes con diferentes
axiomatizaciones (axiomas euclidianos, no euclidianos) y diferentes
objetualidades, el problema de la síntesis radica en que si la construcción
axiomática se elaboró a posteriori, puede ser resultado de una búsqueda de
determinantes de las formas, pero que se encontrarían en las formas ya, lo
tardío ha de ser la comprensión de estas y no su "naturaleza" u
origen; evidentemente habrá de hacerse la diferenciación con los fenómenos de
observación común y las formas en cuanto a abstracciones –a medio camino- es
decir, suficientes para la explicación empírica pero sometidas al análisis
matemático.
Si pensamos a
cada sistema geométrico como una manera de concebir figuras (objetualidad),
podríamos entenderlas como axiomas separados en cuanto a sus proposiciones,
objetos propios y deducciones de los casos, pero que como expresiones de las
formas son insertables dentro de las matemáticas aplicadas, por lo que la
unicidad en ambos, serían los entes abstractos de los números (Carnap) y las
capacidades que ellos mismos proveen por su formalidad (de ahí la posible
modificación axiomática dada por la aceptación de posibilidades logicas-matematicas)
(siendo esto una explicación internista , posiblemente). La geometría, como se
hace necesario aclarar, como elemento abstracto, ha poseído una doble
concepción histórica, primero como explicación de fenómenos de la naturaleza y
luego como una naturaleza lógica en sí misma, con la sustitución de sus ámbitos
lógicos y objetuales propios, por su suficiencia en la explicación de los
fenómenos empíricos correspondientes, es decir la referencia al mundo físico de
las cosas comunes, es suplantado(s XIX) por el estudio de las formas
geométricas en un estilo de ascenso formal.
Si cada uno
de ellos es unido por el cálculo de su forma, densidad, magnitud, y expresable
en agregados matemáticos (la aproximación geométrica analítica y el cálculo de
coordenadas matemáticas de los planos cartesianos), se verían ambas sumidas a
un orden mayor numérico (logica matemática que utiliza a los entes numericos),
sin embargo si vemos la modificación de los axiomas euclidianos, veremos que la
duda de su deducibilidad y el descubrimiento de lo no euclidiano y posterior
axiomatización, lleva a la geometría euclidiana a reformular sus supuestos en
consideración de la existencia de planos de diversas formas sobre las que se
trazan las figuras, y que de acuerdo a tal plano las propiedades de las figuras
cambian y tambien sus –transformaciones- en el sentido de Galois. La
objetualidad será definida entonces de acuerdo a la relación existente entre
las figuras y el plano en el que se encuentran. Entonces la aparición de lo no
euclidiano, a pesar de presentarse separadamente, influye en la reformulación
de lo euclidiano (planos compuestos por rectas), aunque esta reformulación no
signifique una negación total de lo anterior, sino una partición de la
disciplina geométrica. Ambas conservan su espacio y legitimidad bajo la
formalidad de las matemáticas y de los entes abstractos numerales.
Cuando
pensamos que sometemos las geometrías a un análisis sobre sus deducibilidades,
pensamos talvez que hacemos una meta-geometría, pues tratamos de unificar
formalmente bajo una sola lógica de magnitudes y coordenadas (carnap) a ambas,
pero solamente estamos utilizando un eufemismo para la formalidad matemática
analítica si no estamos entendiendo la historicidad de la formalidad y la
precisión lógica de las geometrias. Si nos ubicamos en el proceso de formación
de un paradigma (como en el caso de la corrección axiomática en la geometría
euclidiana) o nos ubicamos en problemas de deducibilidad de acuerdo a un marco
lógico; igualmente cuando pensamos que hacemos una meta-matemática, podríamos
estar usando un eufemismo para la investigación filosofico-analitíca de la
formalidad matemática, es decir, estamos subyugando al pensamiento dentro de un
marco lógico (carnap) determinado, como lo es el de la formalidad matemática
siempre que no estemos recurriendo a una extra lógica definitoria, o a un
problema axiomático, de ser el ultimo caso entenderíamos que existe una
imprecisión aun, que las matemáticas no pertenecen a la serie de elementos
dados en el mundo. Sin embargo, para carnap, lo que no tiene sentido, es pues
lo que no está claramente definido, puede ser substituido por proposiciones
disimiles, su significado no puede ser encontrado como magnitud o existencia o
no tiene concordancia sintáctica pues posee una confusión de significados
gramaticales; donde se ubicarían una especie de proposiciones y palabras sin
sentido? En la no enunciabilidad o en el futuro de cuestiones que no han sido
señaladas como hechos, en la especulación (como se ha dado y como señala
carnap), o en cuestiones de explicaciones emocionales de la metafísica, que
remitirían a las psicologías; eso dependería de la naturaleza de las
proposiciones, palabras o pseudoconceptos, dependiendo de su vaga utilización.
Vemos que las
revoluciones científicas del tipo de la del s XVII, tienen la perspectiva
substitutiva y de negación de un orden de cosas, como logra entrever Koyres,
mas sin embargo, alrededor del siglo XIX, las características de los avances
científicos, matemáticos y geométricos, resultan en particiones objetuales, ya
vistas desde la etapa anteriormente mencionada, pero que es considerada desde
lo interno de una comunidad científica como una partición necesaria, es decir,
el ánimo unificante de tales sectores se realiza en la lógica matemática, mas
no en su objetualidad, la cual no es única, ni posee únicas propiedades. Es
decir, las consideración de un lenguaje interno de cada disciplina, no radica
solamente en la pertinencia práctica, pues los objetos no son en todos los
casos existentes en las captaciones empíricas, sino que la objetualidad se
define por la identidad de los fenómenos englobados y de igual manera el
lenguaje matemático unificante es reconsiderado dentro de la objetualidad,
teniendo esta como el límite para su funcionamiento.
Si retomamos
a Koyre, es en ambos casos el internismo y las preguntas lógicas internas
referentes a fenómenos similares, considerando las preguntas sobre la
demostrabilidad de un caso dentro de un marco lógico (internalidad carnapiana),
mientras desde el internismo histórico, se ve el cambio de esquema lógico como
una decisión a lo interno de la comunidad científica(independientemente de si
es vinculante o no y de su discusión especulativa sobre la existencia y
adecuabilidad de ese marco lógico) , ademas el hecho interno de la ciencia de
aceptar entes abstractos dentro de una comunidad (cambio y uso de marcos
lógicos a lo interno de la historia científica koireana) se convierte en una
resolución practica de las preguntas externas carnapianas sobre el todo lógico
al que se adscribe una comunidad; es decir, la internalidad e externalidad
Carnapiana se podrian referir a decisiones internas de las comunidades
científicas, refiriéndose al enmarcamiento dentro de una perspectiva histórica Koyrena.
Para ambos casos de intenalidad y exterioridad (Koyre, Carnap) cabe esclarecer que: koyre se refiere
a una tesis de historia y filosofía de la ciencia, por lo que su interés radica
en las consecuencias generales sobre la decisión de una comunidad de
adscribirse a un todo lógico, y la proveniencia de la decisión, si es a lo
interno o a lo externo de esta comunidad científica; mientras que Carnap propone
un método de encuentro de las proposiciones lógicas, elementales y
protocolares.
1.
Sobre la formalidad de las
matemáticas y el mundo naturalista; la formalidad ha sido expuesta a muchas consideraciones sobre el carácter de las mismas, es decir se debate entre la formalidad comprendida como el resultado de unas atribuciones primordiales, de las cuales las demás propiedades se deducen, o de una formalidad en construcción; es decir ademas de la deducibilidad de las matemáticas, se piensa que no está
dada como si lo está la estructura del mundo desde una visión naturalista, es decir, el mundo se ha formado independientemente de la existencia de nuestra capacidad de aprehenderlo, mientras que las matemáticas consisten en un sistema formal creado por la mente humana; en
ese sentido el mundo se estructura bajo movimientos que han sido de la misma
manera siempre (y nuestros descubrimientos sobre el son paulatinos) , un cosmos con caracteristicas que no cambian, sus transformaciones posibles han sido las mismas y el fenomeno como es aprehendido cambia de prespectiva a la vez que cambia nuestro conocimiento de el.
Es decir, eso haría entender el porque es necesaria una filosofía de las matemáticas como un saber extra lógico (objetivación) en el sentido de que es necesario establecer como objeto de estudio a la formalidad de las matemáticas como una sistematicidad en construcción, a pesar de deducirse gran parte de unas atribuciones iniciales (aun siendo relativamente suficiente su formalidad axiomatica y genética), mientras que una vez encontradas leyes lógicas (axiomas apartir de las relaciones geneticas como descubrimiento), generales de las relaciones entre números, se ha procedido a la axiomatización de la lógica del sector de la matemática estudiada como objeto; luego de la axiomatización y del establecimiento de una lógica interna de las cosas, toda pregunta sobre ese ámbito es interna y subyugada a la lógica establecida con anterioridad (la modificacion del fenomeno es consustacial con nuestro conocimiento), a menos que hayan anomalías, para las cuales se ha de recurrir a la extra lógica.
Es decir, eso haría entender el porque es necesaria una filosofía de las matemáticas como un saber extra lógico (objetivación) en el sentido de que es necesario establecer como objeto de estudio a la formalidad de las matemáticas como una sistematicidad en construcción, a pesar de deducirse gran parte de unas atribuciones iniciales (aun siendo relativamente suficiente su formalidad axiomatica y genética), mientras que una vez encontradas leyes lógicas (axiomas apartir de las relaciones geneticas como descubrimiento), generales de las relaciones entre números, se ha procedido a la axiomatización de la lógica del sector de la matemática estudiada como objeto; luego de la axiomatización y del establecimiento de una lógica interna de las cosas, toda pregunta sobre ese ámbito es interna y subyugada a la lógica establecida con anterioridad (la modificacion del fenomeno es consustacial con nuestro conocimiento), a menos que hayan anomalías, para las cuales se ha de recurrir a la extra lógica.
2.
La separación entre una geometría y otra, puede leerse
históricamente como un interés por mantener disciplinas con diferentes niveles
de complejidad, como doctrinas separadas por una naturaleza(cualidades
observables y cuantificables) del objeto (figuras en relación al plano); o
podría entenderse lógicamente como un impasse lógico dentro de las matemáticas
relativas a las formas geométricas objetuales, siendo que esta engloba a ambas geometrías
como un marco comunicativo-lógico formal, no se ve la posibilidad de subyugar
una a otra debido a las características de sus planos y a la tradición
anterior (a la posibilitacion logica y la posibilitacion contextual); una nueva zona de estudio geométrico nace como un ámbito lógico
diferente de la matemática aplicada a la geometría, es decir una nueva objetualidad.
3.
Lo que no cabe dentro de la
lógica formal, es especulativo, emotivo o pseudo conceptual, metafísico o ético: Diferente seria
decir que existen hechos para los cuales la formalidad lógico-matemática no es explicativa,
pues ella solamente da cuenta de una parte de la misma, la que tiene magnitud
(atributos positivos), se refiere a un marco lógico de deducibilidad positiva,
observación empírica(protocolar), o de significancia (semantica); y de más está decir que esa otra
parte que no es abarcable dentro de la formalidad matemática, puede también ser
subjetivo-sensitiva y que aun así forma parte de una manera de pseudo conceptos.
No nos ocupamos de esta serie de proposiciones ni de su ubicuidad, en el
compendio de A.J. Ayer del que se extrajo uno de los textos de Carnap, se
refieren a la Etica, como probable lugar de estas proposiciones, pero no será
una tarea propia de este ensayo establecer esto.
4.
La tensión entre el formalismo en la filosofía, las matemáticas y
esta tendencia de entender las anteriores como no dadas (tension axiomatico- genetica) o abiertas a
modificaciones del tipo -inclusión de una serie de fenómenos nuevo
formalizándolos- (axiomatizacion de los hallazgos geneticos), es perdurable por la resistencia mutua, de la una ante la
otra, una resistencia también formal, no política ni ideológica solamente (si
se diera un argumento relativo a estos elementos sociales); es decir, que la
capacidad de la experiencia y de la observación del mundo de una manera naturalista
o ficisista, plantea la posibilidad de problematizar conjuntos, mientras que la
filosofía analítica y las matemáticas han demostrado una avanzada en la
comunicabilidad y explicación de tales fenómenos. Para ambos casos las
resoluciones no serían nunca definitivas y eso mantiene separadas las
procedencias del conocimiento, elemento que mantiene también separadas las
geometrías (euclidiana y las no euclidianas) a pesar de su posible expresión grafica por un solo método matemático, es decir, en
ambas geometrías operan ambas construcciones epistémicas referidas a un objeto
representacional de la serie de problemas pertinentes a cada geometría.
Lo que no termina de convencer es la reducción que podría pensarse sobre que el marco de comprensión depende de cómo se construya el objeto, es decir, podría llevar a un relativismo objetual, y ese no es el caso que pretende ilustrarse, sino más bien la no correspondencia de la construcción objetual es lo que determina esa ruptura de interpretación (la discontinuidad de los objetos), pero no podría asegurarse que un objeto pueda entenderse como una cosa –o- como otra, sino como una cosa -y- como otra (esto define propiedades del objeto), o como una cosa excluida de la otra (esto define unos objetos de otros). Si B esta contenido dentro de A, debe entenderse que la construcción objetual de A y B es diferente pero que la de A no es exclusiva de B, A posee una construcción objetual capaz de explicar lo sucedido en B, pero no sucede lo mismo al contrario; si A contiene a B y C su principio objetual es idéntico (el de B y C), sucede en B y C que su formación objetual es específica para una serie de sucesos, pero en A se encontrarían los principios de identidad referentes a todos los subconjuntos contenidos.
Lo que no termina de convencer es la reducción que podría pensarse sobre que el marco de comprensión depende de cómo se construya el objeto, es decir, podría llevar a un relativismo objetual, y ese no es el caso que pretende ilustrarse, sino más bien la no correspondencia de la construcción objetual es lo que determina esa ruptura de interpretación (la discontinuidad de los objetos), pero no podría asegurarse que un objeto pueda entenderse como una cosa –o- como otra, sino como una cosa -y- como otra (esto define propiedades del objeto), o como una cosa excluida de la otra (esto define unos objetos de otros). Si B esta contenido dentro de A, debe entenderse que la construcción objetual de A y B es diferente pero que la de A no es exclusiva de B, A posee una construcción objetual capaz de explicar lo sucedido en B, pero no sucede lo mismo al contrario; si A contiene a B y C su principio objetual es idéntico (el de B y C), sucede en B y C que su formación objetual es específica para una serie de sucesos, pero en A se encontrarían los principios de identidad referentes a todos los subconjuntos contenidos.
Bibliografía:
-A.Koyre.
(1994). Pensar la ciencia. Ediciones Paidós Ibérica S.A. Barcelona, España.
-R.
Carnap. (1932). Superación de la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje.
En, A.J Ayer (1981). Positivismo lógico. Fondo de Cultura Económica. México,
D.F.
-R.
Carnap. (1950) Empirismo, Semántica y Ontología . En: Revue Internationale de Philosophie. 4 .pp. 20-40. Reimpreso en el
Suplemento a Meaning and Necessity: A Study in Semantics and Modal Logic,
edición ampliada (University of Chicago Press, 1956).
-A. Ruiz. (1999).
Geometrías no Euclidianas: Breve historia de una gran revolución intelectual.
Editorial de la universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica.
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