Las intencionalidades: lógica epistémica y doxástica en sentido neurocognitivo

 Orlando Josué Cordero Calderón

(Conclusiones de investigación)

V. Antecedentes:

En el estudio de las creencias en filosofía de la mente, se debe partir de un campo sumamente formalizado y consolidado como lo es el de la lógica doxástica, que trata acerca de la formalización de nociones de creencia, conciencia, y de las transformaciones que se pueden realizar con las creencias a partir de sus propiedades (creencias, formas de creer, referencialidad de la creencia, el sujeto creyente, etc); en este caminos, la otra lógica modal  epistémica es bastante cercana y tiende a tratarse en la filosofía de Moore como un tipo muy especial de creencia justificada, es precisamente por esta razón que se puede hablar de conocimiento y creencia de manera tan cercana.

Otro de los aspectos interesantes de estas cercanías en los temas acerca de las creencias y que puede observarse en las frecuencias de palabras comúnes a los textos revisados; es que en el momento en que la filosofía acerca de las intencionalidades se efectúa y  los problemas lógicos surgen de las propiedades del objeto tratado (creencias, sujetos, conocimiento), se toman como problemas puramente filosóficos aquellos que tienen que ver con la definición de la ontología de esos aspectos pues de ello depende la capacidad de definición y como se puede desenlazar un argumento o teorema (en caso de que los haya). Estas definiciones puede provenir de la psicología, la neurociencia, de la pedagogía, la ética, las ciencias de la comunicación, la lingüística y de la filosofía aplicada (vease Figura 1),  sin embargo, cuando se hace filosofía de este modo, existe siempre una tercera persona como lo menciona Putnam: esta es la que hace el análisis y debe buscar solución al impasse lógico que plantean las diferentes concepciones teoremáticas mencioandas.

Entonces, este problema que ve Putnam[1] de los impasses, demuestra que los avances científicos no son solo de valor por el hecho de que se traducen en ontologías, sino, porque ayudan a definir la posibilidad y la manera en que puede discurrir un análisis lógico de estos problemas; de mano de un abstracto ontológico que también aprovecha la filosofía, una retroducción óntica desde el conocimiento científico.

Uno de los mayores problemas y más actuales, radica en que no es por sí sola, como la lógica puede resolver las contradicciones que son aparentes o aún imposibles de definir, ya que  las lógicas doxásticas y epistémicas, trabajan tradicionalmente con antinomias planteadas por el sentido común, las consciencia y la inconsciencia; En ese sentido el conocimiento del sentido común y de lo no científico es sumamente importante para una teoría de la mente y para resolver sus antinomias o incluso los temas de grados de identidad entre lógicas, lo que plantea no solo un problema de lógicas, sino una raíz importante en la propuesta del límite de demarcación popperiano[2]

Con respecto a estos elementos de sentido común, Villarmea[3] retoma a Moore para tener en cuenta que existen justificaciones subjetivas, que tienen que ver con el coherentismo interno de Shlick[4] y son solamente los indicadores de que una sola creencia debe ir acompañada de otras, usualmente de un carácter simple (x es a, una proposición analítica) o económico; mientras que otros autores aplican esto a una justificación interna a partir de la conciencia de una creencia y las que se desprenden consciente o inconsciente de estas, no necesitan verificación pues esta es irrelevante por el momento. La creencia objetiva de Moore corresponde a ese carácter verificatorio, o aunque sea referente a lo externo, la conciencia de lo externo que no se identifica con la ciencia, sino con el sentido común, son estas entidades externas, como sea que se las refiera las que son innegables y definen la necesidad de una creencia al respecto, una actitud hacia su existencia[5]

Por otro lado se aborda en tema general de la intencionalidad con C y la intensionalidad con S; el primer caso como voluntad y las disposiciones psíquicas o psicológicas ψ de las cuales analizamos, creencia, saber, consciencia y conocer; mientras que en el segundo caso se habla del retículo de propiedades que definen a un objeto (objeto Φ o las PΦ como sus propiedades). Desde algunos textos que tratan la lógica epistémica y doxástica se pretende llegar a las consideraciones cognitivas y no cognitivas que refieren a la capacidad de realizar inferencias acerca de los agentes y sus estados ψ.

 Mientras que intensionalidad con S se refiere únicamente a como conjunto de representaciones elaboradas acerca de un objeto, un tema clásicamente representado alrededor del símbolo Φ y sus propiedades; que tienen que ver con la atribución de propiedades a un objeto por medio de un sistema teórico o de creencias articuladas holísticamente; es precisamente esto lo que podemos encontrar en un autor como Putnam[6] el cual señala que las representaciones entendidas como modelos particulares de los sujetos intencionales (con C) no pueden describirse en términos de Φ únicamente, sin embargo su resolución es problemática e irrestricta: un problema de omnisciencia que debe dividirse en ambos aspectos, conocimiento omnisciente de Φ y de ψ. En este sentido cabe pensar que las creencias internas afecten a las características, propiedades y atribuciones que atribuimos a una clase de objetos, de ahí se deriva que tengamos que pensar en la lógica epistémica objetiva (de lo externo), a partir de unidades Φ menos que atómicas y menos que analíticas (MqA), para facilitar hechos psicológicos como la creencia contra la voluntad: puedo creer que ¬p, p entonces creo involuntariamente que p en el sentido menos que atómico y menos que analítico, por tanto “puedo seguir creyendo en p”[i] involuntariamente y no creyendo en la atribución que otros creen ó creo en un Φ (MqA) y no debo aceptar las creencias de otros ni las mías acerca de ese hecho , es decir, no se justifica nada (evidentemente esto presupone un diálogo con otros sistemas de creencias, personas o con la justificación y el propio).

En términos cognitivos más profundos, de funcionamiento cerebral, confiamos en la percepción de los objetos, pero estos no pueden corresponderse con nuestra creencias, ni las de ninguna persona; nuestros impulsos cerebrales frontales o del córtex visual, o de las funciones del habla, escucha conectadas a la comprensión[7] del área de Wernicke[ii], si bien nos llevan a procesar nuevos sentidos de los usos de las palabras, estos nuevos sentidos son para nosotros creencias explicitas o inferidas ilicitamente para un objeto Φ(MqA). En este sentido algunos avances  en Delgado(2016)[8] señalan que esto significa una negación de la propiedad y en un sentido cognitivo la negación de la lógica de 0Orden, para la cual lo único que cabe afirmar es la percepción pero no avanzar hacia un espacio no dudoso de implicación, menos uno no dudoso de atribución; estas percepciones dudosas o Φ(MqA), en lógica epistémica son sin embargo los hechos sobre los cuales se levantan algunas certezas, solo se quiere señalar que la existencia de unidades perceptuales dudosas como estas permite a un individuo, creer contra su voluntad en un Φ en sentido tradicional, no aceptar argumentos acerca de este y seguir siendo racional.[iii]

Además de esto, en el metaanálisis de Loonis[9] se plantea también la existencia del aprendizaje cerebral asociado a la plasticidad y actividad cerebral que define estilos de aprendizaje implícito y explícito por diferentes circuitos cerebrales según se robustecen (privilegiando alguno u otro) sinápsis de diferentes centros perceptivos con información recibida de las demás; esto sugiere que las distintas formas de aprendizaje llevan a diferentes Ψ acerca del PΦ (MqA)[iv]; siendo PΦ (MqA) la propiedad de un objeto entendido provisionalmente en un sentido Menos que analítico.

Claro que esta división entre dos aspectos provienen de la separación clara que existe entre una forma de hacer filosofía de lo contingente, de una manera cognitiva y de otra no cognitiva; por ejemplo para García (1995) las características cualitativas son las que posee un objeto en sí mismo, son de carácter fenomenológicas mientras que de ellas podemos tener representaciones epistémicas fundadas sobre la percepción(olfativa, táctil, visual, auditiva, gustativa) y la apercepción[10].

Esto quiere decir que la consciencia de la causalidad de las cualidades secundarias de los objetos se traducen intensionalmente en nosotros y sin embargo esto no significa que no existan independientemente de que los percibamos o que no puedan darse inversiones de los qualia o de las representaciones que distorsionen las asociaciones que hacemos. Un aspecto importante que da indicios de que los humanos podemos intuir los qualia por similaridad aun cuando los experimentamos, es el ejemplo acerca de que algunos ciegos si reconocen formas cuando recuperan la vista[11] siendo que siempre conocían tal objeto por el tacto (una trasposición de tacto a vista); un argumento para reconocer las cualidades de un objeto como cuestión no representacional o si se quiere llegar a extremos: negar la atribución de propiedad (se explicará más adelante este sentido).

1. Creencias en términos cognitivos y no cognitivos.

Para las creencias existen por lo menos dos formas de considerarlas de muy distinta manera, desde la lógica doxástica se recurre a las reglas de lógica modal, lo que en ciertos casos permite que las contradicciones se esclarezcan a partir de posibles soluciones especulativas; a este tipo de forma de proceder se le puede llamar no cognitiva porque es elaborada en tercera persona y por medios formales únicamente, sus definiciones de sujeto de creencias y del significado del yo no son su tarea y suelen estar dadas por características muy restrictas, el sujeto es aquello que posee creencias, puede o no ser consciente de ellos por medio de instanciarse o referirse a sí mismo.

La otra vertiente es la cognitiva, que utiliza las mismas herramientas lógicas pero no recurre únicamente a las soluciones especulativas de las contradicciones lógicas, sino que recurre a definiciones del sujeto cuando son necesarias, siempre y cuando no sean retrogradas o contradictorias con las propiedades ya establecidas (la inconsciencia es posible, entonces no puede asegurarse totalmente, solo formas o grados de ella y viceversa). Cuando se recurre a una definición, usualmente se hace desde la psicología y desde las posibilidades de resolver una antinomia que da la neurociencia, esta forma de definir la creencia puede ser neuropsicológica pero su valor reside en la capacidad de decisión que provee[v].

Las creencias en términos no cognitivos, tienden a ser consideradas como procesos inferenciales, conscientes, cerrados por modus ponens (MP) y eso significa que la persona está consciente de que cualquier inferencia de creencias da como resultado una creencia propia y consciente;  aca el problema es que si una persona externa realiza ese proceso corre el riesgo de atribuir creencia que en realidad el sujeto no posee, de ahí que se postule una restricción a la inferencia no cognitiva la cual no es contradictoria si dentro del proceso de inferencia que una persona hace de otra, obtenga creencias no explícitas pero de carácter disposicional (están disponibles a quien las cree) pues estas son creencias adquiridas conscientemente pero no expresas aun.

De ahí que sea necesario expresar términos cognitivos, aunque se disuelvan en “cierre por MP” o en características formales de Ψ; por ejemplo la tolerancia a la inconsistencia, la división de la consciencia y fenómenos como lo que Villarmea menciona en las creencias no psicológicamente relevantes[12]; estas tienen la característica de no ser conscientes completamentes, es decir, el agente -sabe que cree inconscientemente p-, pero no se puede decir que –sabe que cree inconscientemente que p-. El agente conoce una creencia que tienen pero su contenido está semioculto, no sabe en donde adquirió esa creencia y no sabe si esta define su conducta(características de una creencias inconsciente); el autor resuelve esto al señalar que puede ser posible que un agente posea un pensamiento de orden superior acerca de esta situación y por tanto esa creencia inconsciente está en proceso introspectivo, sea que la noto por si mismo o por medio de un informante que le señala -que el cree que p- (sea este informante un psicoanalista, un psicólogo, u cualquier otra persona).

Esta cuestión introduce una división de la consciencia, plantea para la psicología y la neurociencia la posibilidad de núcleos diferenciados de conciencia de tal modo que uno de ellos posee una creencia inconscientemente y otro advierte la situación; o por el contrario, una tesis más creíble, que la mente se refiere a unos contenidos inconscientes por medio de otros contenidos conscientes y esto no implica una división de los núcleos de consciencia.

Cuando se habla entonces de estos procesos de creencia o conocimiento y las transformaciones posibles dentro de un sistema doxástico o epistémico, no se puede negar que las teorías psicológicas juegan una gran rol en las definiciones que se pueden establecer para (a modo de teoremas) resolver los problemas que en apariencia representan antinomias entre estas dos visiones (cognitiva y no cognitiva); más aún si se piensa en que algunos de estos avances nutren la síntesis convencional de las neurociencias que posee el nombre de Teoría de la Mente (ToM), una aplicación de conocimientos funcionales, conexionistas, biológicos y neurocerebrales a los aspectos que se consideran no representacionales del funcionamiento cerebral mismo.[vi]

De acuerdo a Hagoort solo para el lenguaje existen activaciones dedicadas al conocimiento ya sabido y otras activaciones para contenido nuevo que se va codificando dentro del cerebro y se incorpora al mismo por un circuito entre los núcleos sensoriales (auditivo para el lenguaje), hacia el área de Wernicke, los lóbulos temporales que clasifican la información y la codifican mientras se realizan inferencias también sobre el significado, el sentido de nueva información y las posibilidades pragmáticas de los núcleos motores del cerebro. De modo que para cada función habría que asumir circuitos que involucran la memoria de cada sector, y la interconexión entre ellos; a esto el autor le llama la Multiple Network View[13] y es parte de la Theory of Mind (ToM) que se encuentra patente en la actualidad para cualquier función cerebral.

Algunos autores señalan las creencias específicamente en las amígdala, la cual controla la codificación emocional de la memoria y en ese sentido las creencias simples son evidentemente recuerdos memorísticos, o un juego de memorias; ahí tendríamos que distinguirlas de aquellas que son justificadas y las que son plenamente reflexivas e introspectivas. Algunos consideran que las creencias no justificadas son similares a las alucinaciones que algunas personas tienen (las cuales son justificadas en un Φ para ellos), sea consciente de que son falsas o inconscientemente de tales cuando se enfrentan a alguien que les niega la existencia de sus percepciones y por tanto proponen una visión nosológica de las creencias acráticas y de los sistemas de creencias inconsistentes que se asientan solamente sobre imaginerías sensoriales[14].

En términos no cognitivos, es decir para la lógica no clásica, las entidades que se estudian en este aspecto con respecto a las posibilidades de inferencia que dan todos estos estudios cognitivos; proponen que su objeto núcleo, su entidad es un sistema intensional[15]; sin embargo como asegura Rodríguez (1992) existe una unidad psicofisica que consiste en la codificación inmaterial o representacional por medio de la codificación análoga en el soporte físico del cerebro[16] . Los avances en ámbitos de ToM, actual se funda sobre estos supuestos generales como designadores rígidos[17] y por tanto desembocan en un monismo del cual no puede salirse, es su tendencia general que de otra forma, confirmaría la poca reflexividad, la poca elaboración y el poco avance de las disciplinas mismas.


La manera en que se elabora la intensionalidad como representación, esta claro que es afectada por los términos intencionales como la creencia, la conciencia, el saber, el conocimiento y sus variantes; pero en términos cognitivos no queda tan claro como es posible conformar una imagen unitaria de los objetos y sus propiedades. Si la única manera en que podemos acceder a los objetos es por percepciones o aún más, sin aceptamos la negación de la propiedad y por ultima instancia las percepciones como Φ(MqA)  ; es pertinente pensar que solo contemos con una colección de percepciones más o menos capaces de ser consensuadas para establecer una intensionalidad de los objetos y su extensión, aquellas Φ(MqA) que se muestran relevantes para el conocimiento.

Descripción: La imagen señala la proporción que ocupan los códigos utilizados 
en la clasificación de categorías y temas; se puede leer con desplazamientos
circulares que pasan de la creencia, inferencias contradictorias, que se resuelven
con Teoría de la Mente (ToM) y se convierten en conocimiento.

Las creencias por tanto se elaboran a partir de una colección de percepciones, las operaciones de inferencia dependen de si estas pro pseudoindexicas autorreferenciales , si son pseudoindéxicas en tercera persona o si son pseudoindéxicas PRO conductuales; en el primer caso es una operación visual, de lectura que involucra los núcleos de memoria y  los sectores de la amígdala donde se haya guardado el recuerdo con contenido emocional, al mismo tiempo que si es PRO involucra la parte frontal del cerebro tendiente hacia la corteza motora y la acción o toma de decisiones. Mientras que si es en tercera persona además se agregan áreas de predicción que puede ser la zona de Wernicke causando inferencias contextuales y pragmáticas también ,unida a otros centros perceptuales que brindan información contextual a la zona de Wernicke.

De este modo los núcleos de conciencia dependen de muchas otras áreas, si son situaciones nuevas o ya disponibles a la memoria de la persona (conscientes), y estos efectos acráticos suelen darse en conocimientos poco profundos o psicológicamente no relevantes, pues de otro modo significaría un compromiso con la adquisición experiencial (asignar unívocamente experiencia con creencia o conocimiento). Se podría decir que si el conocimiento no es profundo, se puede dar conciencia acrática, pero también se puede dar a voluntad de no conocer comprometidamente y en profundidad aunque con algún grado de certeza medianamente consensual.

Las representaciones son tratadas en Putnam como sinónimos de modelo de realidad y están ampliamente relacionadas con la instancia de los objetos; esto quiere decir que la intensionalidad con S puede también y por definición ser una cuestión cercana a las representaciones; si en Putnam la instancia de los objetos es afectada por el holismo conceptual y el contenido intencional con c la posición de estas es a manera de proxy como se puede extraer de Lluís Pujadas, las representaciones y el modelo de realidad es en última instancia una forma particular de relación intensional e intencional con los referentes. Para la ToM está claro que el contenido representacional ,es por así decirlo, difuso, no se encuentra en un lugar particular, sino que recrea itinerarios o circuitos que se elaboran a partir de las impresiones que obtenemos de las percepciones en Φ(MqA) ; de modo que no solo intensionalmente se construye a partir de percepciones muy diferentes y no iguales siempre, sino que los llamados a la memoria para darle actualidad al conocimiento o creencias disposicionales es también muy diferente en cuanto a excitación neuronal de los núcleos.

Este hecho de que se pueda ser consciente de los Φ(MqA), nos puede llevar a conceptuar las restricciones que actúan como forma de controlar los problemas de omnisciencia de las lógicas modales, de manera que también sean restricciones a la inferencia sobre creencias, como bien lo señalan, aunque por otras razones, los estudios de creencias falsas en niños. Por otro lado las restricciones a la inferencia de creencias que se presentan en contextos acráticos como las creencias psicológicamente no relevantes o las creencias implícitas no conscientes, son solucionadas en su mayoría por parte de definiciones en teoremas que incluyen una teoría de la mente; sin embargo en algunos de los estudios revisados acerca del funcionamiento neuronal de las unidades de representación, o del cálculo bayesiano, los sujetos experimentales no son humanos y eso  opone un gran límite a la complejidad de la doxástica y la lógica epistémica, aunque son avances grandes.

Esta limitantes experimental se presenta  ya que algunos de los métodos de investigación son sumamente invasivos y si no suponen la muerte del sujeto, suponen la intervención del cerebro del mismo y esto es un problema para la normalidad conductual de los sujetos, sean animales o no. Por otro lado los estudios desprendidos de imágenes médicas son mucho menos invasivos pero están hechos para desentrañar activaciones funcionales en núcleos cerebrales; los animales no humanos o humanos, son seleccionados de acuerdo a la complejidad de los estudios, evidentemente con saber el comportamiento neuronal en muestras aisladas, no se podría extrapolar a todo el cerebro, pues existen diferentes patrones de activación e incluso diferentes morfologías celulares, pero algunas conclusiones generales son propias de estos estudios.

La discusión entre neuro-cognitivo y no-cognitivo en cuanto a la formalidad de las percepciones y los qualia[18] expresa un problema un poco inconcluso acerca de si lo que expresan los enunciados de identidad psicofísica son contingentes o los son sólo aparentemente; esto es importante para problemas límite como los de la acracia epistémica y las creencias contradictorias, porque ya no caen en las “falacias perceptuales” Cartesianas, Moorianas(Cuadro 1: A1:2), ni Dummetianas (cuadro 1: A1:1). Sin embargo la resolución de las antinomias que representan la razonabilidad en un estado de acracia cognitiva y los planteamientos de la ToM en cuanto a las creencias contradictorias de un sujeto, se exponen a restrictores de las inferencias posibles (Cuadro 1: F1: 16) y por tanto debe quedar en firme si estas formas de resolución son contingentes o por el contrario están contenidas apriorísticamente.

Podrían ser a priori si (1) existen términos que son designadores rígidos, y exponen una misma naturaleza para efectos neurológicos y estados mentales, en ese sentido se establecen como efectos necesarios no solo como posibles en todos los modelos teóricos en el sentido de Kripke esto supone que la identidad no debe ser mediada por una relación o correlación, sino que son la misma teoría con aplicaciones parciales[i]; por otro lado pueden ser a priori si (2) se recurre al análisis reconstructivo de un núcleo teórico al estilo de Stegmüller que provea evidencia para decir que ambos programas o núcleos teóricos  (en la identidad psicofísica) en realidad consideran posible su ocurrencia cruzada, es decir, comparten el mismo núcleo teórico pero no las aplicaciones teóricas de la comunidad científica, una especie de compatibilismo como el que expone García (1995) hablando acerca del sistema modal de kripke. Es posible que se den estos aspectos y habría que revisar sus conceptos implícitos de teoría, pues en la ToM se vuelven posibles no solo las correlaciones psicofísicas, sino (a manera de programa) se buscan las representaciones como patrones de activación, memoria discreta[ii] y transferible a casos de similaridad fenoménica.


[1] Hilary Putnam, “¿Porque el funcionalismo no funcionó?”. En Representación y realidad: Un balance critico del funcionalismo. (España: Gedisa 1988)

[2] Hilary Putnam. «La importancia del conocimiento no-científico». Revista Limbo, No.2,(1997), 3-6

[3] Stella Villarmea,. «G.E Moore y la justificación de las creencias cotidianas. En: La posibilidad de la Fenomenología». Madrid: Editorial complutense. (1997)

[3] Tobies Grimaltos. «Creencia, voluntad y justificación». En: Ensayos sobre Libertad y Necesidad. Universitat de Valencia, 1997. 228

[6] Hilary Putnam, “¿Porque el funcionalismo no funcionó?”. En Representación y realidad: Un balance critico del funcionalismo. (España: Gedisa 1988)

[7] Peter Hagoort, «La neurobiología del lenguaje, mas allá del procesamiento de una sola palabra». Revista Science. Vol 366(No. 55-58).Max Plank Institute for Psycholinguistics, 2019. 1

[8] Jorge Delgado, «Sobre la compatibilidad del axioma de monotonicidad». Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LV,142 Extraordinario, Mayo-Agosto (2016): 87-88.

[9] Roman Loonis; Scott Brincat; Evan Antzoulatos; Earl Miller. «A Meta analysis suggests Diferential Neural correlates for implicit ans explicit learning». Neuron, 96. 521-532

[10] Alfonso García Suárez. Qualia: propiedades fenomenológicas. En: F. Broncano(Ed.) (1995) La mente humana. (ed. 2007). Editorial Trotta y Consejo superior de Investigaciones científicas. Madrid, España.1995. 357

[11]Alfonso García Suárez. Qualia: propiedades fenomenológicas…, 356

[12] Stella Villarmea. «G.E Moore y la justificación de las creencias cotidianas. En: La posibilidad de la Fenomenología». Madrid: Editorial complutense. (1997)

[13] Peter Hagoort, «La neurobiología del lenguaje, mas allá del procesamiento de una sola palabra». Revista Science. Vol 366(No. 55-58).Max Plank Institute for Psycholinguistics, 2019. 3

[14] Nathalie Tamayo. «Imagineria mental: neurofisiologia e implicaciones en psiquiatria». Revista colombiana de Psiquiatria/ElSevier. Vol 43, Vol.1 (2014): 40-46.

[15] Gloria Rua y Manuel Sierra.«Algunas lógicas modales asociadas al razonamiento de agentes inteligentes». Revista Ingenieria y Ciencia. Vol.4, No. 7, (2008): 26

[16] José Rodriguez Delgado. «Fundamento cerebral de las creencias». Eguzkilore Cuaderno del instituto Vasco de Criminología. N.5. San Sebastían. (1992): 283

[17] García Suárez, Alfonso. Qualia: propiedades fenomenológicas. En: F. Broncano(Ed.) (1995) La mente humana. (ed. 2007). Editorial Trotta y Consejo superior de Investigaciones científicas. Madrid, España.1995: 360

[18]García Suárez, Alfonso. Qualia: propiedades fenomenológicas. En: F. Broncano(Ed.) (1995) La mente humana. (ed. 2007). Editorial Trotta y Consejo superior de Investigaciones científicas. Madrid, España.1995: 362



[i] El agente, performáticamente, la primera persona no reconoce el paso de la percepción simple de un de PΦ(MqA) a una lógica siquiera proposicional de 0Orden en cuanto es percibido indirectamente por las sensibilidades. Esto plantea una especie de punto medio entre una causa fenoménica y el 0Orden, no necesariamente continuidad.

[ii] Este órgano según Hagoort(2019) nos ayuda a aprender nuevos usos de las palabras a los que no estamos expuestos con anterioridad y también a establecer estructuras nuevas contextualmente, por anticipar las conductas de otros, sus voluntades y por tanto es un tipo especial de inferencia de los estados linguisticos PRO conductuales  de los demás, o estados de sé (Villarmea, 1997) autoreferenciales precedidos por un infinitivo.

[iii] Este efecto es singular, y se puede observar en algunos momentos de los argumentos cartesianos, es cierto, pero no son valorados como tales ni son suficientemente sofisticados; estos problemas son heredados de él. Igualmente algunos de los argumentos levantados sobre este hecho, llevan a la negación de la percepción y por tanto de la existencia, esto no es cierto tampoco, más bien se pretende negar la inferencia hacia estas direcciones o cualesquiera.

[iv] Análogo de la percepción con un fundamento cognitivo; presente en Delgado(2016) de manera epistémica y doxástica pero poco cognitiva en el sentido en que se pretende acá, incluso neurofisiológicamente.; pues de lo contrario, no solo se negaría la propiedad atribuida, sino que se negaría la accesibilidad de el hecho lo cual no tiene sentido, al negar la percepción, niega el objeto y por tanto no debería estarse hablando de tal ni  aun se ha imaginado. Un objeto no percibido, nunca intuido no existe  en un sujeto aunque esto no niegue su existencia actual, pero no es objeto ni epistémico ni doxástico.

[v] Cabe señalar que en este caso, la tercera persona, como bien lo señala Putnam(1988), es el investigador, es el quien puede entender y formalizar la creencia o descubrir lo implícito puesto que es el que está seguro de su conocimiento y ya no especula libremente (libre es, sin ataduras al objeto, siendo que exista o no lo que especula).

[vi] Se pueden distinguir dos acepciones de no representacionalidad, en el ámbito no cognitivo corresponden a las cualidades secundarias de un objeto fenomenológico, aquellas que lo definen como objeto físico; mientras que en el ámbito neuro-cognitivo la no representacionalidad consiste en las codificaciones químicas, físicas, los circuitos y bucles informacionales que se llevan a cabo en el cerebro y que se toman como posibilitadores del contenido representacional de lo intencional.

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Anexos:

Tabla 1. Sobre Argumentos, contraargumentos  para señalar espacios problemáticos.

Argumentos

Contraargumentos

Evaluación general

A1: Moore: Las creencias son objeto de estudio cuasi psicológico en el sentido común. El sentido común se establece como conocimiento innegable y evidente acerca de la realidad básica.

1. Dummet:  asumir que existen cosas independientes de nuestro pensamiento o que son evidentes en sí mismas (excepto nuestras propias sensibilidades) invalida el mismo supuesto realista acerca de la capacidad de aprender de lo externo. Se debe asumir un antirrealismo o irrealismo que se retrae a la justificación por coherencia. El realismo es una postura débil de mantener ante su aplicación y asunción.

2. Putnam: cierto realismo de las representaciones puede proceder por medio de modelos y submodelos o intersecciones de modelos acerca de las propiedades de lo externo. Esto asume un realismo a nivel pragmático entre diferentes observadores que coinciden en su objeto, pero esto no identifica completamente ambas perspectivas de manera finita.

Es claro que se ataca como dogma, a la falacia naturalista desde Dummet pero para Putnam es posible obtener un Φ de primer orden, es decir, es posible la justificación y por tanto es posible la discusión intensional e intencional de manera epistémica y doxástica respectivamente; de atribución de propiedades y modo de creencia, saber o conocimiento.

Si afirmamos la posibilidad de la intersección de modelos para establecer coincidencias entre agentes, esto debe incurrir en normas de “registro mental y perceptual”; conozco visualmente x , asocio un sonido y contexto biográfico con X, o más restricto: x hace sonido, x huele, x se ve, x se oye.

En todo caso determinar cuales características de registro mental son relevantes para la concepción intensional y extensional.

B:1.Shlick: coherencia entre creencias de criterio económico y por tanto justificado.

2. irracionalismo expone una perspectiva interna de la causalidad del mundo, y por tanto un relativismo exacerbado .

3. El coherentismo solo no funciona pues conduce a un relativismo y contingentismo exacerbado.

4. Las creencias no pueden fundamentarse como el conocimiento pero están presentes en el conocimiento cuando hay posibilidades igualmente razonables (Stegmüller); por tanto existen  creencias razonables.

Se pueden Establecer formas económicas por medio de demi enunciados (ΦMqA) como x huele, pues no sabemos cómo huele o es precisamente lo que está en discusión; igualmente una creencia objetivada es más cercana al conocimiento por ser justificada y una creencia subjetiva está justificada internamente, por criterios de consistencia que no necesitan de  ΦMqA.

El irracionalismo propone que estos hechos perceptuales pueden provocar cualquier tipo de creencia sobre el, aca se propone que existe también una restricción ahí y que se demuestra en las creencias involuntarias y además puede generar juicios poco modestos que no aceptan atribuciones de Φ pero si demi enunciados perceptuales mínimos, o aquellos como x existe.

Las creencias están restrictas a la consciencia, sea profunda o no (psicológicamente no relevante o relevante) y las inferencias o anticipaciones humanas también, el hecho de que una inferencia acerca de un tercero pueda fallar, es signo de una especie de densidad de creencias. Entre una creencia proyectada y las expresadas puede existir otra que invalide la proyección, o bien; más allá de la proyección (no creencia) y lo expresado hay una creencia más que puede ser consciente o no pero intuitivamente el individuo se percata de una mala atribución por quien lo informa de tal manera.

C:1.Lenguaje natural hace surgir los problemas de intencionalidad con sub variante de creencias. (intencionalidad con C e intensionalidad con s)

5: Parte del contenido representacional es intencional sobre el referente, pero no modela el significado, solo le agrega un componente irrelevante para la veritatividad. La creencia no le agrega ninguna falsedad determinada ni verdad intrínseca (con s o con c); así en Shlick y el empirismo.

6: las lógicas doxásticas muestran una capacidad de aprehender los grados intensionales pero aplican restricciones que surgen de los estados del conocimiento; la variedad de intensionalidad da posibilidad y certeza a la creencia.

Los problemas intensionales no son considerados “problemas” en sentido estricto en el empirismo lógico fregeano, por ejemplo; las representaciones de los objetos se configuran a partir de nuestras relaciones con ellos y a pesar de que podemos referirnos a ellos de diferentes maneras por conducto de las representaciones, los referentes pueden ser esencialmente los mismos, relativos a las mismas propiedades objetiva; los problemas de la intencionalidad desplazan las representaciones hacia el significado, y dan posibilidad al hecho de referirse a un mismos objeto que, sin embargo, no es esencialmente ni actualmente el mismo (Putnam, 1988)

Esto radica en que no se consideraba relevante el acceso a las representaciones, ya en Putnam las representaciones tienen rol de definición de la realidad y las operaciones que sobre ella realizan los individuos. La representación es análoga al modelo de realidad físicamente posible (epistémico) en donde la doxástica funge en la definición de tal; para Pujadas algunos casos de intencionalidad tienen que ver con la representación de la representación (representación de lo intensional), pero en general son los Ψ  que se alzan sobre los Φ aunque no de manera fundacional.

D: 1. Las creencias forman parte del significado referencial y modelan el conocimiento(Putnam); lo intencional modela lo intensional.

 

7: Las entidades susceptibles de creencias son solo las inteligentes (supone un cierto sujeto) que distinguen  el conocimiento entre implícito y explícito

8 . Putnam. el límite demarcatorio no está claro salvo por la descripción de un subsistema de creencias compatible dentro del conocimiento objetivo posible

Esto demuestra que existe una restricción a la inferencia, si para el modelo fregeano las representaciones podían ser muchas pero no afectaban el significado, esto para Putnam no es asi; la intensión y extensión son afectadas por el contenido intensional doxástico o epistémico. Se puede decir, existe un x, pero al momento de decir, x es y, ya opera la restricción.

E: 1. Las creencias se elaboran en el sistema límbico que posibilita los diferentes grados de certeza y las acciones con diferentes grados de intensidad.

2. No existe diferencia cognitiva y fisiológica entre una creencia verdadera  y un convencimiento de la creencia personal.

9.  Putnam establece que los elementos necesario para un cálculo de relaciones intensionales no puede radicar en un ser humano; estos pueden comprender aproximadamente en un contexto reductivo.

10. La lógica doxástica y la epistémica señalan como “entes inteligentes” a quienes emiten significados intensionales con s; lo cual aleja la posibilidad de una teoría  neurocognitiva de la creencia en sentido lógico.

11.  Los cerebros no reciben inmediatamente los impulsos del exterior, lo que podría ser una especie de variante del irrealismo, sin embargo la configuración del modelo de realidad o de recepción estaría dado por la interpretación de los impulsos del sistema nervioso.

Existen diferentes trazos neurofisiológicos en cuanto a la asociación de un estímulo que da cuenta de Φ(MqA); en la doxástica el momento de las creencias reflexivas debe involucrar los núcleos de toma de decisiones, el pseudo indéxico PRO conductual incluye la estimulación de centros motores y la justificación incluye los caminos nerviosos y los diferentes núcleos perceptuales asociados a las diferentes justificaciones y al privilegio de una de estas sobre otras; esta fragmentación perceptiva hace más posible pensar los objetos  Φ(MqA)  de esta manera .

En este sentido los modelos intensionales, son intencionales también como lo menciona Pujadas(1988) y una misma forma intensional puede haber sido aprendida por medios perceptuales diferentes (visual, auditiva, emotiva, táctil, olfativa); incluso en ese sentido una misma descripción intensional es divergente aunque tal vez no parezca pragmáticamente problemático.

F: 1. Lógica doxástica y epistémica desde Kripke: las restricciones controlan el problema del requisito de infinitud y además separan el conocimiento implícito de la creencia personal.

12  Putnam: la lógica doxástica necesita de un sistema de asignación de los grados de fortaleza en la creencia y no solo su distinción; esto resulta en la indefinición de un sistema que aprehenda las creencias adecuadamente asignando pesos. La racionalidad o irracionalidad en Putnam es muy diferente a la que cree posible en Stegmüller.

13. Putnam: los probabilismos subjetivos de la racionalidad en las creencias personales serian perfectibles en la asignación de pesos para la elección y en ese sentido los cualia; sin embargo el modelo de pensamiento (no ya de cerebro) sería el de redes neurales complejas, con sesgos, pesos y demás elementos que surgen de la recepción de información externa.

14. El bayesianismo en la psicología y las ciencias cognitivas señala la capacidad de dinámica probabilista con respecto a una decisión hecha con información disponible y que puede ser actualizada constantemente con forme avance un sistema al cual predecir (decisión de otros, sistemas físicos, sociales, interacción, experimentación, aprendizaje); es un proceso llevado a cabo por trayectorias neuronales bajo  el control frontal de toma de decisiones que en humanos puede incluir actitud, voluntad y anticipación pragmática gracias a las funciones no solo lingüísticas del área de Wernicke.

15. La capacidad de reconocer las creencias e intensiones de los demás, y la anticipación con respecto a las creencias de los demás  es también un proceso constituyente de la racionalidad y de la decisión subjetiva que conecta el hecho de la sinonimia lógica y la construcción de espacios cognitivos y epistémicos compartidos. Es un hecho que vuelve cercanos los hábitos mentales descritos por la lógica como salto de la creencia al conocimiento y por otra parte al proceso de funcionamiento cerebral especializado.

16. Las restricciones, antes que referirse a la inferencia por cualquier método que se realice (formal, natural), se refieren a las mismas características del objeto referencial de la lógica de primer y segundo orden; cuando se habla de instanciación se pretende señalar la clase de objeto al cual se refiere y no solo a la observación de x como fenómeno; esto puede conducir a una teoría causal de la percepción incluso, pero no causal de las creencias.

Se reconoce que existe un proceso cerebral en el que se forma una ratio explicativa en función de las creencias personales, al presentarse una creencia diferente por parte de otra persona, pero esto no significa que se comparta el  mismo espacio de posibilidades.

Una solución es considerar el conocimiento explícito como restricción del modelo de creencias personales, otro es considerar las creencias implícitas como parte del espacio de posibilidades de concebir nuevas ideas por continuación.

Desde el aspecto cognitivo, otro tema es considerar el conocimiento explícito como el necesario para una tarea específica y el implícito como aquel que se posee “inconscientemente” pero puede ser “llamado” pues está de algún modo codificado. Estas dos formas de implícito y explícito son muy diferentes y en general pueden explicar la utilización del conocimiento codificado y la prescindibilidad de cierto conocimiento mientras se realizan algunas tareas que no lo implican; pero también el hecho de que la continuación lógica ad infinitum es irrelevante y se perfila como poco útil por irrestricta ; estaríamos asumiendo un realismo cognitivo, frente a posturas como la del espacio lógico de la razón (ELR) pero una capacidad ampliada para la investigación lógica del conocimiento que  opera restricciones solamente de ser el caso.

Esto quiere decir que en la ToM, posturas como la del ELR poseen un dominio de aplicabilidad en cuanto a operaciones lógicas pero una aplicación muy reducida en cuanto que operaciones cognitivas de las personas. Igualmente para el problema de la infinidad en la reducción y la identidad de enunciados propuesta por Putnam en sus escritos de 1988.




 



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