Conocimiento y Deseo: comparando Empédocles con la teoría platónica del Eros.
Conocimiento y Deseo: comparando Empédocles con la teoría platónica del Eros.
Orlando Josué Cordero Calderón
Introducción:
Para poder comparar a la teoría del Arché de Empedocles con las teorías del conocimiento de Platón, deben hacerse muchas salvaguardas epistemológicas en las que primero debe establecerse la diferencia de enfoque; para Empedocles el problema al igual que en otros físicos poetas radica en explicar el origen del mundo, así como la constitución de su estructura ultima y como esta se comporta. Para Patón por otro lado le preocupan el estatuto metafísico del mundo y la manera en que esta dirige la vida común, en una especie de origen epistémico y/o mítico de las normas éticas.
Ambas comparaciones establecen como principal enlace, la concepción del eros como forma en que por analogía se componen los hechos éticos entre las personas; en ambos el eros constituye la argamasa de una serie de actividades, pasiones y orientaciones hacia la vida; este elemento estructura al menos algunas partes de la vida en sociedad y de las actitudes con respecto al mundo. Es precisamente con respecto a las actitudes sobre el mundo (y los objetos de ellos) que se precisa de entender al eros como impulso de unión y reunión que forma los objetos del mundo, pero también que lleva a los seres humanos a la investigación de ello mismo.
Con esto se puede decir que el problema central de estas filosofías y el eje vertebrador puede ir por la vía de comprender la construcción del Eros como un nodo entre la verdad, el mundo, el conocimiento y los individuos; con esto se quiere poner como una categoría abarcadora a la relación erótica de los individuos con el mundo como aspectos que incluyen tanto las afrodisias (artes de enamorar), el aspecto sensualista(percepción sensorial). Es polémico colocar las sensaciones dentro del aspecto erótico sobretodo en Platón, pues las sensaciones son mas bien un obstáculo primero para la verdad en un sentido eidético; sin embargo no están ausentes como aspecto erótico en las reflexiones del Fedro, o del Banquete, así como en La República cuando se muestran algunas de las sustituciones de los componentes de la virtud por ostentaciones materiales ligadas a una emocionalidad decadente.
Debe preguntarse entonces dos cuestiones consecutivas:
➢ ¿Cómo se da el acceso a la verdad del mundo por medio del Eros activo de Platón y si se puede hablar de esto en Empédocles?
➢ Al asignar una entidad mediadora a Eros, ¿No se está incurriendo en una reducción de la relación entre la voluntad la pasión y el conocimiento a una mera actitud (eros no afrodisiaco) frente a los objetos del mundo?
Estas preguntas, sobre todo la segunda resulta problemática por el hecho de que el conocimiento se entrevé en el Banquete de Platón como una actitud que reside en el alma y que lleva al descubrimiento de la estructura del mundo, lo cual es problemático con el supuesto de que el acceso a la razón es determinista pues esta dado por el vuelo del alma y la reminiscencia. Por otro lado en Empédocles la causa del orden es el amor, lo que da a entender una función aun mas potente al Eros; lo que se trata de argumentar es que en estas dos versiones de las cualidades asignadas a Eros se puede conceptuar como lo menciona Araneda (2018) un Eros mas antiguo y abarcador, un principio unificador como el que existía como concepto en el siglo VIII a.c, versus el Eros como demón y actitud como se le construye en el siglo V a.c por Platón (p.21).
El impulso en Empédocles:
Empédocles es uno de los llamados filósofos Físicos, pero también es llamado presocrático no solo por el hecho de que representa una de las corrientes en busca de principio arquitectónicos del mundo de la experiencia y con esto llegan a supuestos de sintaxis metafísica de diversas maneras; en el caso de Empédocles posee un argumento interesante acerca de la construcción del mundo que es de cierta manera material, pero también es análogamente trascendente en cuanto que se le atribuye a ciertas deidades el origen de los bloques de construcción primigenios y solamente a partir del acuerdo entre estas deidades (y la combinación o unión de sus elementos regentes) es que aparecen los objetos del mundo o desaparecen los mismos.
De acuerdo Kirk, Raven y Schofield, M(1983) existe una discusión acerca de cual de estas deidades representa qué elemento constitutivo y material en específico En lo que se suele llamar a nombre de Empédocles, una teoría de las cuatro raíces, pero se tiene el convenio de aceptar las asociaciones de Zeus, Era Edoneo (Hades) y Nestis con el fuego, el viento, la tierra y el agua respectivamente (Kirk Et al, 1983, p.102); una cuestión que puede dar indicios de la inspiración en mitos prototípicos de la cultura griega que tenía Empédocles para proponer su filosofía, puede radicar en el uso de los nombres Edoneo en vez de Hades y de Nestis en vez de Perséfone. De igual manera lo importante en esto, no es tanto la asociación mítica (salvo para los indicios mencionados y unos cuantos mas), sino la forma racionalizada de la teoría de las cuatro raíces y los principios ordenadores de estos.
Estas cuatro raíces para Empédocles son aquellas deidades a las que se les da un poderío interno capaz de crear por su mera reunión los objetos y de destruirlos por medio de la separación de los mismos elementos primordiales, claramente se les da un estatuto antropomórfico y personalista a estas entidades, además de que se traducen materialmente en los 4 elementos naturales mencionados; sin embargo la presentación de estos componentes divinos se vuelve aun mas abstracto que propia de una personificación.
Un doble relato te voy a contar: en un tiempo ellas (i.e. las raíces) llegaron a ser sólo uno a partir de una pluralidad y, en otro, pasaron de nuevo a ser plurales a partir de ser uno; dúplice es la génesis de los seres mortales y doble su destrucción. A la una la engendra y la destruye su reunión y la otra crece y se disipa a medida que nacen nuevos seres por separación. Jamás cesan en su constante intercambio, confluyendo unas veces en la unidad por efecto del Amor y separándose otras por la acción del odio de la Discordia. Así, en la medida en que lo uno ha aprendido a desarrollarse a partir de lo múltiple y la pluralidad surge de nuevo de la división de lo uno, de la misma manera nacen y no tienen una vida estable. Y en la medida en que jamás cesa su continuo intercambio, asi también existen inmóviles siempre en su ciclo.348 Fr. 17, 1-13, Simplicio, in Phys. 158, 1
De acuerdo a esta cita las palabras usadas para amor y odio son φιλοτητι (filoteti, de filia) y νεικεος (Neikeos, Neikos) respectivamente; esto quiere decir que para el concepto de unión o combinación entendida como compulsión a la cercanía, o como choque combinatorio no se utiliza el concepto de Eros; sin embargo hay que notar que la noción entendida racionalmente puede ser mas cercana de lo que se la tenía en la antigüedad, pues la construcción de esta fuerza entendida ya como philia es la que interesa cualitativamente comparar con la construcción uránica tanto de afrodita como de Eros. Cuantitativamente las apariciones de estos aspectos tienden a ser por un lado centrados en lo físico y por otro centrados en el mito explicativo, lo cual hace descantarse debido al anacronismo con la actualidad, por la definición física o racional si bien es también anacrónica incluso en la física, su noción de cuatro elementos constitutivos movidos por dos fuerzas como únicas.
Para Kirk, Raven y Schofield(1983) el problema de la multiplicidad de elementos es salvaguardado de cierta manera aunque poco convincente; el mundo físico al que parece referirse Empédocles adolece de unidad abstracta y mas aun, su principio unificador si bien es único, existe otro que conduce como principio plural, descompositivo que se le apareja. De este modo la unidad de Empédocles y que según estos autores posee una inspiración Parménidea en la cual a pesar de estas disoluciones y composiciones persiste la unidad del mundo.
Este problema es el mas grave de la filosofía acá expuesta y solo se resuelve por medio de un componente mas, que describe la relación entre estas dos fuerzas y los elementos materiales; se dice que la relación es armónica y por tanto la naturaleza y el mundo permanecen estables y en unidad por esta potencia de orden único. De esta manera tenemos una dinámica de la naturaleza regida por cuatro raíces, dos fuerzas y un orden de relación que resuelve en parte el problema de la unidad, no por el aspecto de la cohesión o la coherencia en todo aspecto sino por el de lo conmesurable de los ordenes jerárquicos, es decir, por la legalidad y el vinculo que impone la relación general de lo regido por la Philia y el Neikeos.
En el texto de Morales (2010) se hace mas bien eco del aspecto heraclíteo de las fuerzas recombinantes, en ese sentido se puede aseverar que sí existe una influencia tal, e incluso es de cierta manera ya dada por convenio filosófico; sin embargo aquellos problemas de unidad que se le achacan a Heráclito sobre el movimiento y la dinámica general del la naturaleza, con una profundidad casi destructiva y recompositiva de los objetos que cambian cotidianamente (no de aquellos que crean el mundo y lo destruyen por completo, la dinámica de origen).
Este convenio sin embargo puede poseer un animo clasicista de presentar como filosofías terminadas a la de Platón y Aristóteles, aun así la forma de razonamiento jerárquico y que cambia de cualidad con forme sube en la jerarquía, es típico de otros razonamientos mas modernos, como el llamado pensamiento de nivel superior (Higher Order Thought, HOT) por David Rosenthal, el cual teoriza apropósito de la consciencia como forma requisito del conocimiento.
Este argumento reflexivo es problemático pues presenta una insatisfacción en el hecho de que la existencia de un pensamiento de orden superior se vuelve uno asegura que no exista otro igual; esto debido a que es argumento infinito como lo menciona Vidal (2014) con respecto lo doxástico y que para su cualidad de reflexividad inmesurable posee poco contenido agregado si solamente consta de un ámbito superior que posee como objeto el interior; es decir, una jerarquía realmente vacía en contenido y poco provechosa para el conocimiento. Este no es el caso de Empédocles pues cada uno de los ámbitos de su jerarquía posee un contenido y función, no es una mera reflexividad con el objetivo de la sujeción aunque de igual manera puede resultar artificiosa y rupturista por las entidades abstractas que propone, combinación de deidaes, principios naturales, materiales primordiales y categorías constitutivas del pensamiento, gobernadas por dos fuerzas, las cuales una desaroganiza (neikos) y la otra (philia) procura una armonía preponderante en sus combinaciones( Kirk et al, 1983, p. 107).
Vidal(2014) por un lado desecha la teoría de la consciencia reflexiva por sus problemas de infinitud que vuelven interminables e inaprehensibles el concepto que pretenden aprehender y se decanta por una teoría descriptiva de las creencias e instancial del individuo que ofrece mas contenido para el análisis y se conecta mejor con otras funciones como el cierre, la coherencia, permite encontrar la incoherencia y demás operaciones mentales como la autocorrección y demás. Como se decía, Empédocles no adolece de la infinitud pero si de un problema de orden mítico (otro indicio importante de la miticidad) pues otorga regímenes aparentemente incoherentes con los del mundo griego convencional .
Eros en Platón
Para comenzar de una forma diferente y no por el mito; la consciencia, la doxa, las pasiones y el intelecto en Platón, poseen una dimensión altamente atravesada por fuerzas atribuidas a deidades como eros o afrodita; sin embargo para comenzar con la estructura de los de los sentidos y el deseo en esta filosofía hay que comenzar por aclarar que constituyen actitudes internas de regulación de las actitudes.
El deseo en Platón es abordado como una de las intensiones características de los humanos, esta no es considerada de una manera totalmente dicotómica con por ejemplo la razón; no es esta la forma en que se construye el deseo en esta filosofía, sino mas bien como una impulso demónico o inspirado en algún intermediario entre deidades y hombres que les compele a intenciones actitudinales hacia el mundo, hacia los objetos, hacia los demás y para con si mismos también.
Fuente: Araneda, J(2018) Eros y eros: Una mirada desde Hesíodo a la sociedad griega arcaica |
En el Ion la exposición platónica versa acerca de los ideales supremos de la Kalokagathia aunque tratando en encontrar aquellos que los define como tales, lo cual queda un imposibilitado de llegar a un punto final, si no fuera por los diálogos en los que se proponen articulaciones como las presentes en El Protagoras y en La República; en ellos existen formalidades básicas que mantienen la homogeneidad de las cosas por medio de sus formas.
Esta teoría eidética contiene ciertas restricciones en el pensamiento, si bien las formas son distintas al intelecto humano pues persisten a pesar de la mente humana, estas con precisamente la forma en que se muestran a la mente los objetos del mundo; en el Libro V de la República aparece la alegoría de la caverna, la cual comienza a plantear un aspecto epistemológico que va a definir el núcleo de la teoría platónica y desde la cual cobran sentido los diálogos como los presentes en El Banquete, El Protágoras y el Ión.
Primeramente hay que exponer la concepción del deseo y la sensibilidad que queda claramente establecido en el Banquete; acá se habla de eros como una fuerza también, mas acabadamente personificada que las entidades presentadas en la teoría metafísica de Empédocles; sin embargo el juego de propiedades atribuidas a ese impulso personificado en eros posee elementos de guía en la virtud de modo que el limite entre un eros correcto y el eros desmesurado es el hecho de arrojarse al goce en un sentido meramente físico o conceptuarlo desde las aphrodisias y no desde la soprosine.
La voluntad de la que nos hace parte como seres humanos el Eros, es construida desde un simple impulso de enamoramiento o de pasión hacia ciertos objetos, pero con ayuda de la mesura se compone o estructura de manera que el resultado de ello sea positivo y no desnaturalizante para la constitución del ser humano; en esta instancia la corrección del eros posee una posición interesante en el sistema platónico, no solo de comunicación entre los ideales(divinos) y los hombres o pasional en cuanto que los compele hacia la corrección; Eros es verdaderamente un mediador entre la intelectualidad, la racionalidad que es inteligente en las formas, y el mundo ético que constituye la cotidianidad, las apariencias, esto significaría una incorporación del comportamiento dentro de una teoría ética como suborden de una epistemología general.
Platón persiguiendo por la ciudad a un grupo de danzantes desnudos MMW, 10 A 11, fol. 388v, libro 8, 21. (http://ficus.pntic.mec.es/~wque0012/filantigua/platon/05_imagenes.htm) |
En este sentido se pueda hablar de Eros como este juego de deseo, sensibilidad y actitudes hacia el mundo, pero en este caso no se como lo dicta la teoría platónica, sino que se puede hablar de una persona influenciada por un Eros Crematístico; este es el que en el Protágoras propone Sócrates que poseen los sofistas y como tal supone la voluntad o la orientación al discurrir de los argumentos como medio para buscar la paga o la aprobación persuasiva y no mas bien como un fin en si mismo que busca la verdad, de igual forma en las ostentaciones suponen una vida orientada por la acumulación material y no el refinamiento intelectual (o espiritual si se quiere).
Si bien en este tipo de eros sustitutivo, el interés es también alcanzar un estado intelectivo adecuado y una practica ética capaz de conformar un arquetipo tal que logre alcanzar la posición social deseada; para Platón es igualmente desvirtuado pues no su constitución esta dada fuera del orden tal aunque para fines pragmáticos de quien vive de esa forma es igualmente funcional y por tanto se puede entrar en otro ámbito de la cuestión acerca de la virtud y lo desvirtuado en cuanto al Eros definido por el par deseo-sensibilidad.
La sensibilidad en materia de la teoría platónica es parte de la doxa en el sentido de que produce estructuras de pensamiento que pueden ser engañosas pues se basan en criterios muy disimiles; en El Protágoras se muestra una critica a los sistemas de pensamiento de los sofistas pues sus formas de producción de conocimiento se basan en una especie de dialógica del discurso y en la aplicación del análisis y técnica que logra dar con ideas bien acabadas. Sin embargo es una función del discurso que es meramente retórica (no todo discurso es solamente retórica) y por tanto una técnica de formalización que si bien pretende la sistematicidad en términos generales produce diferencias con la estructura formal del mundo mismo.
Este efecto de los sofistas termina por producir contradicciones que son puestas en evidencia a partir de la evaluación del conocimiento por derivaciones del por parte de inferencias deductivas del método socrático; estas cosas muestran que incluso en materia de ética, existe capacidad de evaluar las teorías éticas por métodos formales deductivos y rechazar construcciones que no cumplan con los elementos parmenídeos de los sistemas de pensamiento (vg. contradicción, oposición y conservación). Se puede decir que en el fragmento del Protágoras siguiente, se recurre a una reforma del sistema parmenídeo o mas bien del protagórico en donde se presentan contradicciones para la teoría ética, realmente lo que se corrige como doxa es la definición de aspectos diferentes como negaciones y no como conceptos coherentes entre sí por formar parte de un sistema; esto define ya a las cualidades como la justicia y la piedad, no como opuestas, sino como convergentes aunque no necesariamente se encuentran en conjunción.
— ¿No es cierto —repuse— que cada uno de los contrarios tiene un solo contrario y no muchos?(Protágoras, 332D)
Este es solo un ejemplo del equivoco al que se incurre por asumir sistemas sin comprobaciones deductivas como las que propone Platón por medio del personaje de Sócrates; las comprobaciones de las que se le achaca a Protágoras, radica en conceptuar como oposiciones las diferencias, o asumir de igual manera las ausencias en cuanto a propiedades se refiere. Claramente el problema se arrastra desde Parménides y su filosofía de lo único.
Con esto, la salida puede ser la evaluación individual por medios deductivos, la ventaja de este tipo de evaluaciones es que se centran, o no necesitan la convención salvo en momentos problemáticos en los que se impongan impasses sobre el orden de la religiosidad griega, que por lo demás no hace falta establecer una vez mas su contenido racionalista.
Por este motivo, la doxa no es solamente un discurso dialógico y retórico, sino que busca llegar a la emocionalidad y su punto de partida es la sensibilidad tanto de los objetos del mundo que se investigan, como la de quien recibe por al escucha el discurso; de este modo además, esta volcado a la aprobación mas que a la evaluación.
Los deseos en este sentido, como parte de la sensibilidad conducen de igual manera a error, casi por naturaleza humana, salvo si son dirigidos por las virtudes anteriormente establecidas y por la evaluación epistemológica antes establecida; en Platón podemos ver una estructura bastante pulida de la relación epistemológica entre la ética de los afectos y el conocimiento en si mismo. Las cualidades que se buscan en la investigación para generar conocimiento son las mismas que se buscan en las relaciones humanas e incluso en las relaciones entre erontes y erastes; por tanto se puede hablar de un deseo uránico y un deseo pandémico sobre el cual debe prevalecer el primero sea a cual sea la deidad a la que se le atribuya.
Evaluación sobre la voluntad, el deseo, la sensibilidad y el conocimiento
En Grimaltos (1997) se establece la creencia como una forma de pensamiento claramente doxástica y que puede prescindir de la comprobación por medio de la sensibilidad de algo externo, su justificación recae en lo interno, en los medios de coherencia y cierre del sistema de creencias; sin embargo esto trae problemas al momento del salto entre doxa y episteme como bien se puede observar en el planteamiento platónico pues el tipo de evaluación interna es de tipo diferente, puede ser que incluso la kalokagathia puedan ser tomada como un juego de axiomas para la construcción epistemológica de cuales quiera teorías éticas.
Si bien esta definición de Grimaltos (1997) esta dedicada enteramente a aspectos doxásticos existe un elemento importante de la voluntad y es que esta moviliza para la acción: es pro conductual. De este modo los aspectos que hemos mencionado son pro conductuales mas que puramente intelectuales y por ello mismo cabe hablar de un elemento deontológico que consiste en la voluntad por tener creencias verdaderas, evidentemente verdaderas pues funcionales (Grimaltos, 1997, p. 230); si una teoría es contraevidente pues resulta en propuestas problemáticas contra la voluntad del individuo, la cual puede ser conservar su sistema de creencias y su modus vivendi desarrollado a partir de este.
Por tanto la cualidad de la búsqueda de creencias verdaderas es tanto en El Banquete como en Grimaltos(1997) y en empedocles una cuestión que consiste en aspectos de coherencia y diversos modos de justificación del sistema de creencias . La voluntad entonces es un aspecto que aparece en el el proceso de conocimiento de manera similar que el deseo:
“La voluntad termina su papel en la acción de dirigir la mirada, pero una vez que ésta ha sido dirigida a voluntad, ya no está en nuestro poder elegir nuestros perceptos (…)De igual modo, de la voluntad depende indagar más o menos (podemos negarnos a saber), pero una vez dadas las evidencias, la voluntad es impotente respecto de lo que creemos.” (Grimaltos, 1997, p. 222-223)
Esta es una propuesta polémica ya que remite a lo involuntario de las creencias y es demostrado en las citas anteriormente citada como un aspecto de la comprobación deductiva; una vez se demuestra la contradicción deductiva de una teoría ética, esta no puede volver a ser coherente salvo si es reformulada a partir de consideraciones holistas que le den coherencia con un grado de mayor profundidad sistemática.
En Empédocles la censura de lo disolutivo y de las pasiones desmedidas esta mediada mas por la mortalidad antes que por la desvirtuación ética, esto quiere decir que esta el rechazo de teorías éticas reside en la incorrespondencia con la dinámica reconstitutiva de la Philia que gobierna por analogía los movimientos tanto de la naturaleza, como del pensamiento y la ética general de la sociedad griega. Mientras que en Platón, el rechazo de las teorías se busca en la satisfacción de varios requisitos: la virtud que posea la teoría ética(con respecto a la voluntad y el deseo), la consistencia con un sistema epistemológico (evaluación deductiva) y los términos convencionales que guardan el orden con la tradición (consistencia de la kalokagathia).
Si se quiere, la teoría platónica cumple con todos estos aspectos mientras que la filosofía de la naturaleza de Empédocles no posee el ultimo componente de manera clara y esto produce que se recurra a problemas graves de aceptación, induce a conflicto por medio de la aprobación externa, que si bien no es un criterio para la construcción de un sistema, si es un factor en ultima instancia importante; mas aun a partir del ejemplo dado por el enjuiciamiento socrático.
Para una teoría platónica, en tanto el deseo es uránico por el efecto de proceder con la guía de las virtudes, va a producir un camino con posibilidades eidéticas sobre el conocimiento y aunque es importante el criterio corporal de la mortalidad como bien se menciona por el medico acompañante de Pausanías en El banquete o como menciona también Empédocles con su concepto disolutivo de la mortalidad (descomposición en vez de aniquilación).
En lo referente a las jerarquías de los sistemas de pensamiento, se han establecido claramente que en el sistema empedoclídeo priman los ordenes de materia constitutiva, entitarios (divinidades que rigen los materiales), potenciales (philia, neikeos) y la primacía temporal de lo reconstitutivo como este impulso uránico que lleva a la contención de las pluralidades y a la extensión de lo uno de inspiración parmenídeo; en ultima instancia la sistematicidad de sus propuestas epistemológicas.
Se puede observar los alcances explicativos que posee el Eros como se le ha descrito en este documento; y se observa que en el primer Eros descrito por Araneda (2018), viejo y primigenio e incluso prototípico, presente en los relatos del s.VIII, su potencia explicativa consiste en la capacidad de guardar el orden y unidad del mundo al igual que lo hace la Philia en Empédocles, se tienen estos componentes de reunión, composición, fuerza de atracción mutua de elementos que es capaz de construir el mundo a través del cual se vinculan semánticamente las demás teorías (eróticas, políticas, éticas, estéticas, epistemológicas). Mientras que posteriormente se le atribuye en Platón un aspecto a eros mas ético y político y no tanto como vinculo único, más bien es casi una actitud que debe ser mediada a su vez por las virtudes de orden superior que emanan de las jerarquías; así se menciona que:
el precepto creacional sitúa a Eros como hijo del orden (Gea) y tercer dios en ser creado, siendo el encargado de la renovación y procreación de la sociedad –misma función del matrimonio-, además de representar el culto a un sentimiento: el amor (eros). (Araneda, 2018, p. 25)
Esto supone que la reducción actitudinal que provee Eros es la mas problemática de mantener con forme madura la sociedad griega y se establecen las jerarquías del panteón de manera mas rígida, también en cuanto que se construye la ciudad y el pensamiento con ansias de ser coherente y servir de sistema central de pensamiento griego; es esta una postura mas relacionada a Empédocles, aunque en Platón se puede observar una postura poco ortodoxa en cuanto a las formulaciones socráticas sobre las entidades divinas también en textos como El Banquete.
La maduración de la filosofía platónica, donde y no depende ya de Sócrates como interlocutor, es mas consistente en este aspecto y le asigna al eros uranio un rol de dirección del alma para que esta logre el acceso a la inteligencia por medio de la llamada reminiscencia, que dirija la voluntad en sus dos momentos (inicial y de evaluación de la satisfacción); esta propuesta no es reduccionista del conocimiento a la voluntad, al sensibilidad o el deseo puesto que se encuentra en un nivel jerárquico en el que posee un control de un nivel superior. Mientras que en Empédocles, esta denominación es reduccionista debido a que la persistencia temporal del mundo radica en la Philia; de ha de notar que este concepto es muy diferente al eros ya que no necesita de control de un nivel superior ya que es por definición uránica.
En todo esto el estatuto del deseo como sentimiento es diferente al deseo como impulso en ambos casos y por tanto debe entenderse lo primero como un afecto y lo segundo como una condición a la que el ser humano es susceptible; esta susceptibilidad habla de una relación del genero humano o si se quiere del genero de cosas (sensibles, objetos de deseo, objetos intencionales) que evocan estas susceptibilidades (deseo, voluntad, sensaciones, intencionalidades). Es con respecto al segundo sentido del deseo con respecto a lo cual se puede construir el conocimiento y no respecto al primero, esto pues el primero si bien existe y es posible su llegada, el acceso a la consciencia epistémica se da por el segundo, pues posee rasgos potenciales, mesurados.
En este sentido cabe entonces pensar de una manera estructural las teorias propuestas acá como lo haría Wolfgang Stegmüller habría que considerar el punto de partida de ese mismo autor, el cual radica en el estructuralismo de T.S Kuhn, el cual posee una buena formulación de la estructura de las teorías, y que en un sentido arqueológico de la reconstrucción argumental y de sistemas de pensamiento deben hacerse salvaguardas; primero que en Platón se inicia le periodo de estructuración de las teorías por medio de elementos metafísicos como horizontes y posteriormente diferentes formas de contacto con la realidad.
Para Kuhn existen varios ámbitos principales que se caracterizan por tener un contenido propio; primeramente podemos encontrar 5 ámbitos estructurales principales con los cuales una ciencia puede iniciar a considerarse como medianamente estructurada, pues posee primero el horizonte metafísico, posteriormente una dirección paradigmática que sirve como una forma de atender a los ejemplos de fenómenos científicos que forman parte de las teorias específicas, y lo demás es cuasi-literalmente entendible; la reconstrucción acá es mucho mas diferente que en Stegmüller y que en la estructura de Sneed en la que el mismo se basa.
Por un lado la teoría platónica guarda gran parecido con los núcleos teóricos expuestos por autores modernos, siendo K un núcleo teórico podemos describir la estructura platónica del mundo, partiendo de las formas ideales, las cuales son prioridad incluso para teorías anteriores a Platón pues los sistemas deductivos corren por medio de asunciones posibles (potenciales, Mp) que se derivan de su metafísica, posteriormente aquellos elementos teóricos que presentan la extracción de los elementos metafísicos y son utilizables para explicar formalidades(modelos parciales potenciales, Mpp), aquellas modelos que poseen una aplicación estructural de los fenómenos del mundo por medio de taxonomías(M(m+I)) y las restricciones (constraints) de la teoría de los objetos con las constricciones formales, mas que aquellas que impone la empiria, de estos se desprende que las restricciones se basan en un modelo justificativo no fundamental, son verificatorias, coherentistas y holistas, por tanto.
Formulas para describir la estructura de las teorias del mundo en Platón y Empedocles. |
Con esta ultima figura teórica si se llega a un nivel de actualidad en el cual aparecen los objetos del mundo como aprehensibles en un ultimo nivel entitario, en este es en el cual recaen los demás elementos para formar el mundo como se le conoce, materialmente y con esto, es típicamente una teoría física, mas que estructural de la deducción de la forma de los objetos del mundo.
Referencias:
Araneda, J(2018) Eros y eros: Una mirada desde Hesíodo a la sociedad griega arcaica. (tesis de grado en historia). Universidad de Chile. http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/167966/Eros-y-eros-una-mirada-desde-Hesiodo-a-la-sociedad-griega-arcaica.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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Grimaltos, T(1997.) . «Creencia, voluntad y justificación». En: Ensayos sobre Libertad y Necesidad. Universitat de Valencia.
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Morales, D(2010) La dialéctica del amor-odio en Empédocles y Schopenhauer. ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura CLXXXVI 742 marzo-abril. 311-319. ISSN: 0210-1963. doi: 10.3989/arbor.2010.742n1110
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