Comentario: Zigmunt Bauman (2017). Retrotopía
Angel Poyón, de la serie: Estudios del fracaso medidos en tiempo y espacio. |
Bauman recurre a diferentes bases teóricas para hacer una
análisis propio de lo que él considera la retrotopía en una modernidad
democrática en la que la decisión personal adquiere una dimensión discursiva y
practica ampliamente defendida.
Aquella tesis de la -liquidez- que nos señalaba que las relaciones sociales se caracterizan en la actualidad por su superficialidad aparente y la prescindibilidad, deja de ser el centro de explicación de la organización social de la modernidad en la actualidad, posiblemente como una respuesta a la radicalización que se vive en la practica de este fenómeno altamente destructivo de la mayoría de práticas culturales colectivas y de elementos éticos que antes se consideraban como sumamente infranqueables. Ahora el termino de referencia es que los valores que unen a los grupos sociales y a la sociedad, así como las practicas y formas económicas se reducen en tamaño y se refieren a comunidades abstractas e incluso que sobrepasan las barreras nacionales en las que antes se tendían a encasillar.
En ese sentido <Tomas Moro> provee el
bagaje acerca de la concepción de <utopía> que se ubica como una forma de
desarrollo de las capacidades humanas en el futuro en el que se hagan las
salvedades para un buen trascurso y una buena vida social; esta idea posee
además una extensión territorial que Bauman (2017) refiere como “topos” (p.14),
también como arraigo.
También se recurre a un análisis clásico hegeliano acera del
movimiento histórico y las <síntesis históricas> que suponen un cierto
arreglo de las condiciones existentes en un momento de resolución de los
choques de partes de un todo. Ambos componentes de análisis son expuestos a una
revisión de la realidad donde la inseguridad a largo plazo se hace patente y el
resultado es una serie de teorías que pretenden avanzar al futuro por medio de
métodos aplicados en el pasado, con una serie de correcciones para la
aplicación en el presente o como vía de camino a un futuro mejor que las
proyecciones que se hacen desde el presente. El mismo Bauman (2017) señala que
en Derrida se hace referencia a una <iteración> en cuanto a las formas
mostradas como ideales de futuro, por tanto en las prácticas que la sociedad en
conjunto realiza, la iteración es entonces una manera de contemplar esta doble
negación sobre el concepto original de utopía y una manera de entender las
negaciones retrotópicas de corrección del pasado para su aplicación en el
futuro, la iteración introduce complejidad un esquema predefinido más las
consideraciones específicas y la manera de resolverlas.
Bauman (2017) entonces cae entonces en una definición
retro-específica también, acerca del actual proceso de desarrollo histórico y
nostálgico, un proceso de desarrollo romántico, emocional pero seriamente
considerado a partir de correcciones históricas, así cuando se dice que “el
objetivo ya no es conseguir una sociedad mejor (pues mejorarla es una esperanza
vana a todos los efectos), sino mejorar la propia posición individual dentro de
esta sociedad tan esencial y definitivamente incorregible.(p21). De cierta
manera la visión histórica hegeliana va acompañada de la crítica de una posible
historiografía, o de la labor que han realizado los historiógrafos como
seleccionadores de hechos y del mito del auto evidencia de hechos.
En <de vuelta a las tribus>, <de vuelta a la desigualdad>
y <de vuelta al seno materno>, se enlistan iterativamente (como lo
anuncia Bauman al principio) las modificaciones contextuales que se presentan
en los retornos de aquellos modelos anteriores de vida.
Otra matriz de pensamiento, es incluida como aquella manera
de elección emocional o interpretación emocional que muchos autores posmodernos
han introducido desde la filosofía continental, como critica de la racionalidad
rígida que caracterizaba a una época anterior a los años 60 y a los rasgos que
aún quedan de aquellas racionalidades pragmáticas que demuestran no poseer
potencia explicativa de las formas en que realmente las personas eligen y
constituyen su interpretación de la realidad y de los argumentos de unos otros
exteriores a su sentimiento de tribalidad.
Angel Poyón: lugares imaginados |
Es peculiar como en el analisis de la conformacion social actual que hace Bauman(2017), esta forma de volver a las seguridades individuales que significaban los espacios grupales, se recrea como una reacción ante el modelo individualista o instrumentalista difuso globalmente, es precisamente recurrir a un nuevo tipo de <topos> o a una variación de la consideración original de territorialidad, espacio y arraigo; pues la localidad no es pensada ya como una comunidad nacional sino como espacios cada vez más particulares, específicos y reducidos, comunidades inspiradas en lazos fuertes de convivencia o por lo menos lazos relativamente cerrados, en lo que Bauman (2017) llama <tribus> y lo que cotidianamente llamamos tribus urbanas de corte cultural, o simplemente organizaciones barriales.
Si se critica a la elección racional, “libre elección” (p.56)
o al individualismo como racionalidades instrumentales tradicionales, se cae en
un error de omisión de condiciones específicas, un poco lo que sucede si se
trata de comprender la realidad con el término de utopía o de negación de la
negación (síntesis), tendríamos que recurrir a decir que en la realidad existe
<una especie de> o sino recurrir al recurso iterativo de especificación
de un modelo preexistente con sus nuevas consideraciones de contexto (parece ser el caso de
Bauman).
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