Copernicanismo en la economía y los movimientos sociales: teorizar la experiencia y el re-calculo
Copernicanismo
en la economía y los movimientos sociales.
Orlando Josué Cordero Calderón
Bachiller en Sociología
“cuando la máquina funcione todos quedarán convencidos”,
realmente es una traducción de la frase “la máquina
funcionará cuando todas las
personas relevantes estén convencidas”.
(González, 2013)
Si con respecto al giro individualista en las ciencias
sociales, algunas corrientes oficialistas o estatalistas, han comenzado a considerar la importancia de las perspectivas que se centraban en la experiencia como forma de reconstruir el sentido de la geopolítica ;
y en esta situación los campos intelectuales jugaban gran importancia en el
direccionamiento de las sensibilidades; esta otra unidad referida a la economía
y al activismo de los movimientos sociales se centra en otra faceta del giro
copernicano. En aquella que se centra en rehacer los cálculos desde otro punto de vista y expandir esta nueva forma a la
sociedad en su entereza.
El copernicanismo en la historia de la ciencia se basó
en el heliocentrismo, el cual significa el cambio en el Axis Mundi también, pues el centro del universo conocido se
desplazo hacia el sol y esto significaba un golpe de sentido a la teorización fisica que habia llegado a conciliar con la religión y las interpretaciones bíblicas de la naturaleza.
En la filosofia de Kant con su critica del juicio, se hace ver que la experiencia juega un papel decisivo en la determinación de los axiomas de verdad, que la pretendida racionalidad pura es incapaz en ultima instancia de determinar la verdadera existencia del mundo pues su experiencia es siempre subjetiva y por medio de un juicio estético de las diversas experiencias se construye la intersubjetividad como símbolo de identidad con el objeto natural, por definición inaprensible en su entereza; consecuentemente con esto la racionalidad no funciona de una manera "racional" o su racionalidad no es pura, existen racionalidades como la estética (acerca de sensibilidades) o la etica (acerca de la manera de actuar y proceder) que intervienen con la instrumental (teológica, de medios y fines o costos beneficios) para dar como resultado un juicio sobre los hechos.
En el pensamiento político y social, este desplazamiento generó escepticismo en cuanto a la fijación por considerar al ser humano dependiente del Dios critistiano y la religión; en ese sentido el desajuste de la explicación del mundo por medio de presupuestos de una ciencia coincidente con la religión, hace dudar del determinismo de la religión y de su fidelidad a los hechos que estructuran el mundo, asi mismo de todos los universales que despreciaban aquellos datos aparentemente ínfimos que posteriormente y con la entrada tardia de sus consecuencias, explicaban otros fenómenos; la inexactitud de un principio se convierte en la exactitud posterior.
En la filosofia de Kant con su critica del juicio, se hace ver que la experiencia juega un papel decisivo en la determinación de los axiomas de verdad, que la pretendida racionalidad pura es incapaz en ultima instancia de determinar la verdadera existencia del mundo pues su experiencia es siempre subjetiva y por medio de un juicio estético de las diversas experiencias se construye la intersubjetividad como símbolo de identidad con el objeto natural, por definición inaprensible en su entereza; consecuentemente con esto la racionalidad no funciona de una manera "racional" o su racionalidad no es pura, existen racionalidades como la estética (acerca de sensibilidades) o la etica (acerca de la manera de actuar y proceder) que intervienen con la instrumental (teológica, de medios y fines o costos beneficios) para dar como resultado un juicio sobre los hechos.
En el pensamiento político y social, este desplazamiento generó escepticismo en cuanto a la fijación por considerar al ser humano dependiente del Dios critistiano y la religión; en ese sentido el desajuste de la explicación del mundo por medio de presupuestos de una ciencia coincidente con la religión, hace dudar del determinismo de la religión y de su fidelidad a los hechos que estructuran el mundo, asi mismo de todos los universales que despreciaban aquellos datos aparentemente ínfimos que posteriormente y con la entrada tardia de sus consecuencias, explicaban otros fenómenos; la inexactitud de un principio se convierte en la exactitud posterior.
El resultado de esta duda, es que debido a la
distancia encontrada entre la sensibilidad y la realidad, la religión y el
orden del mundo; el conocimiento se recrea en la experiencia del mundo y por
tanto no ya en la verdad divina, sino en la percepción humana también, parcialmente capaz de comprender su funcionamiento.
Si bien esto no significó la derrota religiosa, si
hizo pensar en que el error humano
había sido no poder comprender la creación, por lo que el sujeto-centrismo es
la única forma de corregir nuestra sensibilidad y explicar ese error humano que
nos conduce a inexactitudes de percepción y por tanto del pensamiento; este
pensamiento abre una nueva forma de interpretación de la realidad a partir del
sometimiento a lo experimentado, pero con la consideración de que aquello que
se percibe posee siempre un sistema de referencia de la observación y por tanto
debe entenderse desde el. En ese sentido el sistema de referencia humano, es la
experiencia y es el mismo el que debe calcular sus posibilidades desde su
experiencia contrastada con los instrumentos existentes y ajenos a el.
De esta manera, Zibechi (2008), señala que en los
países americanos, se ha vivido una revolución copernicana con respecto a la
forma en que se han organizado las vidas de las personas, para el estudio de
los movimientos sociales, el señala un cambio social que bien podría ser un
cambio en la manera de experimentar lo social, que al generalizarse produce un
desajuste de la organización social existente, con la realidad de quienes la
viven; las organizaciones sociales existentes se vuelven insostenibles.
Zibechi (2008) señala que la nueva interpretación
copernicana, pone en evidencia estas distancias entre lo experimentado y la
insuficiencia de la organización existente calculada como la pertinente:
“Las distancias entre el viejo movimiento obrero y sindical y los
actores actuales son nítidas en dos aspectos: las relaciones con el territorio
y las relaciones de re-producción. Las primeras suponen el paso de la
heteronomía a una autonomía relativa, evidenciada en el momento insurreccional.
Las segundas, íntimamente vinculadas a las anteriores, suponen el tránsito que
están haciendo los sujetos desde la dependencia del capital al control de la
producción y reproducción de sus condiciones de vida”(p.78)
Hay que entender que en este caso, el cambio de visión
supuso una explosión insurreccional, y movilizaciones generalizadas que vuelven
el cambio un proceso violento que marca un impasse
entre una forma de organización anterior y una nueva forma de organización que
llegue a concertar algunos de los requerimientos de los movimientos sociales y
de sectores diversos que la sociedad que antes eran sujetos abstractos.
En otro caso en la Alemania de la posguerra, la marca
que dejó el intento nazi de una nueva forma de organización se rastrea hasta
ahora en el diseño de su economía como uno de los países mas fuertes
económicamente de la Unión Europea y al cual muchos otros le son deudores.
La
teorización y dirección de la experiencia :
En este encuadre que señala un énfasis diferente en
las elaboraciones sobre la sociedad y el
estudio de la misma e incluso expresado en cambios en la formación social de
los estados; es que se dan paso a una serie de manifestaciones políticas de un
nuevo tipo que ya no se centran en lo sindical o gremial, sino que demandan
formas de vida, necesidades básicas de su reproducción de vida y que señalan la
experiencia singular de personas que sienten el desajuste de la estructura
social con la forma en la que se desenvuelve la vida en ellas.
Para Butler (2015) las nuevas manifestaciones sociales
pueden ser caracterizadas por su demanda de las necesidades particulares de un
cuerpo que esta sometido a condiciones de supresión de necesidades; su
centralismo es la demanda de “soporte”(p.130) y de condiciones
infraestructurales…humanos y técnicos”(p.133) que se define a partir de las
relaciones que hacen posible su existencia adecuada, el cuerpo es por tanto
interdependiente; en ese sentido la infraestructura que demanda la
movilización, señala el hecho de que las relaciones a la que esta sujeto lo han
llevado a la exclusión de ese soporte o su insuficiencia.
De igual forma, cuando tal situación se vuelve
movilización política, las maneras de hacerlo se vuelven justamente el
establecimiento de un soporte similar en centros simbólicos (una ciudad, la
calle, un lugar seguro, ocupas, etc); lo cual no solo significa forzar al
sistema político y económico a centrarse en la experiencia de los cuerpos, sino
que además demuestra la creación de espacios aptos para la movilización.
Una característica de este giro copernicano sobre la experiencia
como acceso al conocimiento, el cual posiblemente siempre estuvo, es decir,
siempre hubo cuerpo de experiencia pero antes no se tenia en cuenta sus
especificidades, la divergencia de los cuerpos; antes se pensaba en estándares
de vida como exigencia y no en estructuras adecuadas a la experiencia corporal,
y aptas para la movilidad.
La manifestación política en Butler (2015) tiene que
ver con el concierto de las características de los cuerpos, con la recreación
de la identidad por medio de la colectividad; no es una definición ontológica y
a proristica la que ella quiere dar a entender, es al fin y al cabo, la
manifestación de una condición contextual que se hace visible por medio de la performatividad.
Es entonces una propuesta de construcción de la ética
y la protesta desde los acuerdos intersubjetivos y la interiorización de una
condición compartida, de una identidad colectiva, ese es el proceso que Butler
muestra como característico.
Es justamente esto lo que también señala Castells
(2012), haciendo alusión al movimiento de Real
Democracy Now (RDN) como una red de sectores diversos con diversas demandas
pero todas orientadas a la incapacidad del sistema económico y político de
representar esa diversidad y por tanto, coincidiendo con Butler (2015),
imposibilitado de representar a sus ciudadanos y de ofrecer las condiciones de
ciudadanía (en estos términos, incapacidad de ofrecer la libertad democrática)
Para Castells(2012) estos movimientos reclaman la
democracia que ya no es, mientras que para Butler (2015) reclaman el espacio
que ya no es por medio de la expresión performativa de lo que es. En ese
sentido la performatividad juega en un ámbito privilegiado en la teoría sobre
los cuerpos, pues es en ellos donde se hace ver el desacuerdo, en ellos se
expresa la situación injusta, y, si pensaramos por medio de una lectura cruzada
en el caso que representa Castells (2012) de la RDN, las personas en la calle
expresan justamente lo que no existe en la realidad, un mecanismo de toma de
decisiones y consenso representativo, el derecho de hacerse escuchar y tomar en
cuenta en el momento en que se entra a discusión colectiva la discusión sobre
la definición de la democracia real (Castells, 2012, p.117).
Para ambos autores, la manifestación política adquiere
una nueva forma desde el hecho que valida la experiencia como forma de
inteligibilidad política; pero que de igual modo aplica esa empatía como
herramienta para la recreación de la identidad colectiva que antes no existía,
desde las experiencias conjuntas. La diferencia entre ellos, es que para
Castells (2012) el desajuste entre experiencia y estructura llama a actividad
política de redefinición, mientras que para Butler (2015) la actividad política
es performativa, muestra la precariedad de la experiencia.
En términos de similitudes, con respecto a la
experiencia política, es esa la cercanía de los autores, sin embargo Castells
(2012) también se centra en la idea de que el crecimiento de estos movimientos
sociales, es posibilitado por su propia estructura hibrida entre redes
sociales, difusión, indignación y poca direccionalidad inicial; por asi
decirlo, la acción política se decide en la marcha, las causas se definen a posteriori aunque exista un marco
general de crisis económica.
El modo asambleario como forma de empatía (toma de
desiciones e identidad), la autogestíon y la pluralidad de causas políticas
agregadas, la alternativa a dinámicas partidarias, son características de estos
movimientos sociales que aparentemente rehúyen de la capitalización política,
al menos por un tiempo. Interpretándose como escenificación de la
vulnerabilidad y precariedad de la experiencia de ciudadanía o simplemente como
nueva forma política, si es cierto que producen una estructuración de los
movimientos de manera diferente e inédita, aparentemente menos dependiente de
las estructuras de izquierda tradicional.
Justamente, las características compartidas, son las
que hacen ver el carácter central de la experiencia del mundo y de su contraste
intersubjetivo par la definición de la experiencia conjunta, o las clases de
experiencias que se encuentran en el crisol de los movimientos; y el carácter direccionado hacia la alternativa, el
escape de la estructura organizativa tradicional, la movilización partidaria o
de carácter electoral.
En El Alto de Bolivia, Zibechi (2008) proporciona otro
caso de este tipo de experiencias justificadoras del desajuste estructural
preponderante, pero e este caso, la experiencia política se entremezcla con la
experiencia de la organización económica de las poblaciones, pues estas se
disponían por medio economías pequeñas y familiares que entraban en problemas
con la estructura sindical y de la economía estatal. De igual forma, la auto
organización económica posee un componente altamente folclórico que cargan las
poblaciones indígenas de la zona, y que en términos de interpretación política
coinciden con la autogestión y por lo tanto interaccionan con el sistema capitalista preponderante.
El componente idiosincrático de la economía era un
aspecto fuera de los cálculos económicos del gobierno boliviano y que lleva a pensar a partir de la singularidad y diferencia latinoamericana (Zibechi,
2008, p. 78), esta categoría es
definitoria de la estructuración a partir de la politización de lo
idiosincrático y de las emanaciones económicas en función de una cultura
regional; de cierta manera esta categoría se construye en función de una
analogía de la naturaleza de grupos originarios y su conexión mística con la
naturaleza física. El movimiento de estos grupos es comparado con
manifestaciones de catástrofe, como si de mecánica de suelos se tratara y de
igual manera la incomprensión por parte del planeamiento económico de los
estados se podría volver análogo a un error de carácter científico y
posteriormente la adaptación al mismo (insurrección mediante).
Para Zibechi (2008) son estas características de la
población, las que permiten una experimentación económica muy distante a la que
se tenia como dada con la regulación nacional de la economía y que al mismo
tiempo es negada también dentro del movimiento obrero; un fenómeno que ya
Mariategui había notado cuando realizó sus estudios sobre la proletarización y
la teorización marxista en la que se clasificaba a grupos indígenas como
pequeña burguesía o pequeños propietarios en vez de proletarios, pues eran
sujetos históricos marxistas en cuanto estuvieran desposeídos.
El movimiento social del que se ha estado hablando con
los autores anteriores y con este caso en El Alto, es el de una “insurrección
sin dirección ni dirigentes”(Zibechi, 2008, p.82) que parten de una
organización radicular y no solo radical;
en ese sentido, la organización ampliada rompe con la organización gremial y
sindical basada en la estructura patronal-capitalista que desplaza a muchas
otras desigualdades sociales que experimentan grupos de desempleados, de
impactados por problemas ambientales, por lo que la movilización se convierte
en un reclamo mas amplio con respecto al modelo democrático y su
correspondiente economía que peca de omisión.
Si bien se pueden encontrar acuerdos en que las formas
de pensar la experiencia social y económica antes de las insurrecciones y antes
del cambio de perspectiva tendía hacia
la invisibilización de las diferencia, por lo tanto a pensar en los desajustes
como temas marginales; en el ejemplo de Zibechi (2008), tanto como en el de
Castells (2012) y Butler(2015) se puede señalar mas bien lo contrario, no son
ejemplos marginales, sino desajustes generalizados y que son parte de la
experiencia de ciudadanía contemporánea, aun cuando Zibechi señale que se trata
de movilizaciones al margen, sin embargo es incluso en Bolivia donde se muestra
como un fenómeno critico y masivo que impone un impasse político hacia todas
direcciones, el estado y los movimientos políticos tradicionales, los cuales
fueron forzados a reestructurarse.
El fenómeno es marginal, en aquellos que son
impactados de manera mas extrema por las desigualdades crecientes, pero cabe
pensar que en términos reales, es un fenómeno generalizado y que si procede
desde dinámicas de sub suelo, desde organización radicular o cuales quiera
metáforas que señalen la alternativa auto organizativa, prescindiendo de los
caminos tradicionales.
De cierta manera, la teorización de estas experiencias
políticas y de ciudadanía, inaugura una nueva perspectiva de arquitectura
social y de teorización política que se vuelve inherente al los nuevos tiempos,
que moviliza no solo a los impactados directamente sino a los indignados del manejo gubernamental de
la crisis con múltiples efectos en los que incluso son identificadas dinámicas
de los medios de comunicación que generan desconfianza y dan pie a los medios
de comunicación alternativa, o a las estrategias de convocatoria particulares.
Se nota en los casos mencionados, el carácter de
direccionamiento alternativo a los medios tradicionales de protesta e incluso
en cuanto a métodos insurreccionales se refiere; la organización en apariencia
espontanea se basa en el rechazo de las vías establecidas en busca de una
representación diferente y que sugiere
de cierta manera el paso de la democracia representativa a la democracia
directa, aunque esta se realice solamente en un periodo de concertación previo
a la reestructuración social parcial.
Economía,
la cultura del cálculo:
El modelo helio-céntrico que describe el orden del sistema solar y que simplifica los cálculos astronómicos; analogía a la categoria del re-calculo social. |
En la otra expresión de lo que en Zibechi (2008) se
llama copernicanismo en la política y
la economía, están aquellas expresiones que se refieren al calculo económico
aplicado a ámbitos a los que antes no se pensaba; cuando se habla de
capitalización de las fuerzas políticas se esta hablando de la aplicación de
una racionalidad específica a la política, y a la creación de condiciones para
un fin calculado, y si esto no funciona, aplicación de las medidas correctivas
para llegar el fin establecido.
Es una racionalidad que debe enmarcarse en varios
contextos, primero en el contexto de los modelos estatales neoliberales de los últimos
50 años con origen en la regulación económica de la sociedad.
Para esto, Castro (2010) da una buena descripción y
análisis del pensamiento que llevó a la construcción de la Alemania de pos
guerra, después del fracaso del nazismo como forma de organización política. Si
bien es el periodo posterior el que interesa, el autor señala que en el periodo
democrático de la Alemania de las preguerras ya se consideraba la estructuración
económica nacional desde u marco regulatorio de libertad económica; sin embargo
es hasta después de las guerras, que se vuelve un imperativo debido a la inexistencia
del estado.
La experiencia nazi de la economía y la cultura,
se basó en la supuesta exaltación étnica
que de cierta manera argumentaba el diseño singular de la encomia y la
política, marcó un periodo de cambio que se termino de concretar con su caída y
le reconstitución económica de Alemania en un gobierno neo liberal diseñado por
las discusiones de las diferentes escuelas de Freiburg y Frankfurt.
La raíz de la economía neoliberal propuesta por la
Escuela de Freiburg es importante por concentrarse en el resurgimiento de la
ética del trabajo en una sociedad escindida y sin “pegamento social”, por tanto
su objetivo era una política de marco
“ a fin de que cada uno pueda capitalizarse y acceder a los beneficios del
mercado” (pp. 194-195).
El proyecto, tal como lo propone el autor, es inculcar
y crear las condiciones para que se difunda a toda la sociedad la mentalidad
gubernamental que toma la forma en los individuos de un posicionamiento como empresarios de sí; esto significa que
los cálculos que antes correspondían a un aparato central, ahora se hacen
análogos a los individuos y estos serán lo encargados de interiorizar los
gastos y los riesgos de las decisiones puramente económicas que involucra su
supervivencia.
Es un sistema neoliberal que se centra en la creación
de condiciones para la competencia y se sostiene en la conversión de la
igualdad en equidad; por tanto su política hacia la desigualdad es la de
subvencionar la entrada al mercado de aquellos quienes se encuentran en una
condición de pobreza absoluta, para
que puedan accesar con una base común al mercado pero en condiciones de pobreza
relativa. Esta forma de contemplar el marco político, se encarga de que todos
estén en el campo económico de alguna u otra forma, pero el calculo económico
depende de las habilidades de cada uno y sus capacidades de interiorizar el
valor típico de la competencia.
Por tanto, la cultura interiorizada de la política de
marco, se dirige a la competencia como el valor de trabajo, típica de una
economía neoliberal de raíz ordoliberalista; el resultado de esta elaboración
con participación norteamericana es la teorización sobre el capital humane lo
como aquel material sujeto de lo que Foucault y Castro(2010) llaman una nueva
tesis.
Es esta que va a encauzarse como la del gobierno de
los cuerpos o de la biopolítica como concepción de los cuerpos como un recurso
mas para el uso político, industrial y mas que todo productivo; cuestiones que
se expresan en conceptuar al individuo como ser racional, consumidor o
trabajador, 3 características que lo convierten en sujeto de la capitalización
y que lo convierten en un “individuo activo, calculador, responsable, capaz de
sacar un provecho máximo de sus competencias, es decir, de su capital humano” (Castro, 2012, p.205)
Esta característica de la experiencia moderna y
copernicana, es justo la que se señala como central para el éxito de la
política como marco de referencia y como ámbito de calculo económico; aplicar
el calculo macroeconómico de que las personas van a actuar bajo los preceptos
“racionales” de la microeconomía.
De esta manera Bauman (2007) se adhiere a la tesis
económica, y pone en evidencia no solo la racionalidad macroeconómica, sino el
éxito de la microeconomía, que no radica en sus cálculos exactos ni en poder
axiomatizar la psicología individual de la época, sino mas bien en poder
inculcar los cálculos a todo ámbito individual y convertirlos en un actuar de sentido común.
Si se hablara de la forma en que las personas se viven
en la economía, no sería nada raro que se hallacen técnicas de si con un alto nivel
de econometría; eso seria un éxito cultural de hecho pero provocado por
unas ciertas reglas del juego en un campo económico. ¿Como se podría explicar
la radicalización de la economía de emociones que señala Castro (2012) sin la
existencia de una política marco que redirija las reglas de l juego hacia el
calculo?
Para Bauman
(2007) la liquidez es una forma de interiorización del calculo económico y de
su aplicación como modo de decisión cotidiana y de experiencia cultural del
mundo; a este nivel, todo resulta mas inestable, resulta en conglomerados de
personas que se comportan aproximadamente de forma similar y es eso lo que
mantiene la homogeneidad a pesar de la diversidad y la aceleración del mundo;
un pensamiento de la experiencia en estas condiciones es un pensamiento que
vuelve fetiche el instante.
De este modo la performatividad es un hecho sujeto a
calculo, la cultura no solo es ya una
adscripción, sino que es mas bien una tendencia hacia la novedad y que se
adquiere para demostrar la vigencia; el nivel social y la forma en que se
quiere ser percibido es producto de un calculo de costo de oportunidad, de
capacidad de consumo, es un hecho simbólico que se asemeja a la situación
performativa de la economía, de su rapidez, intrumentalidad y superficialidad.
Valores que se vuelven tan reiterados y difusos (es decir, simples) que pueden
ser aplicados a cualquier campo de la vida en sociedad, no solo a la economía y
así sucede.
Para Bauman(2007) esta conjunto de valores
extrapolados se constituyen en un síndrome
de la cultura consumista(p.72) y es solo posible después de la sociedad
productivista; aunque estos valores productivistas no se pierden, son
conservados y aplicados al uso del tiempo, a la eficiencia del Soi(la forma en que pensamos que nos
ven, lo autorreferencial) y todo aquellos que involucra su mantenimiento.
Sin embargo para que se cumpla esto, tiene que existir
un ciclo económico que señala Bauman (2007) como “ cómprelo, disfrútelo,
tírelo” (p.82) y que se asemeja grandemente al ciclo filosófico de la
decadencia que señalaba Nietzsche con la cautela,
hedonismo, decadencia o estoicismo, epicureísmo y escepticismo; aunque esta
ultima analogía no la trate Bauman.
Entonces esto quiere decir que el imperativo del
consumo y del calculo económico pasa primero por una recepción cautelosa y
evaluativa, que incluso supone cierto riesgo como abanderado del sistema
estatal o empresarial que obliga a las personas que lo experimentan a
considerarlo como instante fetichizado o
tiranía del momento y por tanto a arrojarse a la conservación de un
disfrute o bienestar que puede irse, de cierta manera no es el bienestar en si
al que las personas se arrojan, en términos netos es una reducción del goce que
proviene del calculo inducido.
El razonamiento detrás de este riesgo es que -se
arriesga mas no arrojándose a la inmediatez-, se arriesga lo que se tiene en el
limite crítico del despojo total, de la muerte social; sobre eso Bauman usa el
argumento contrario, el fraccionamiento de los instantes genera nuevos
renacimientos que se ejemplifican en las cirugías estéticas, pero no se limitan
a eso, sino a todo el conjunto de formas de eficiencia
del moi.
En el sentido que se plantea con respecto a la
banalización de lo inmediatamente pasado, el arte y la cultura se vuelve un
juego de vigencia que rápidamente se convierte en historia y se asemejan con
los cambios que se hacen necesarios en la dinámica económica para mantener a flote
una economía nacional; en la forma en que se identifican la macro economía con
la micro economía (en todo el ámbito de liquidez), se puede abstraer que ambas se pertenecen y
eso significa que la cultura cada vez se basa mas en el calculo de las posibilidades
individuales de un agente social.
El simple hecho de
poder tener un marco institucional que certifique y convenza que una
novedad posee un significado social determinado, que coincida con los gustos y
valores de la sociedad liquida, lo hace consumible y objeto-instrumento para
lograr momentáneamente la estabilidad social; lo que Baumann (2007) alude como
“instrumentos manipulables para la reconfiguración personal” (p. 95), lo que no
se debe olvidar en la funcionalidad de estas reconfiguraciones, no son un
imperativo por si mismo, sino el de mantener una estabilidad, capitalizarla.
El
sujetocentrismo sin individualidad:
En estas reflexiones sobre los nuevos movimientos
sociales y aquellas formas que adquiere el calculo social, lo que subyace es una
operación cultural continua de formación de universales, que si bien se habla
en Baumann(2007) del fenómeno de la liquidez, esta obedece a estándares de
belleza, de estándares de consumo y de identidad que aseguran la estabilidad
del moi y sobre todo de su posición
social.
Por tanto la individualidades-colectividades se
configuran mas bien en singularidades, como esas especies de tipologías
masomenos compartidas y que se generan como tendencias o modas para poderse
estar recreando continuamente con respecto a los sucesos que se llevan a cabo
en las sociedades modernas actuales.
Estas
tipologías representan a ciertos grupos existentes y no a una sociedad
universal, sino a sociedades singulares dentro del gran espacio de lo social; en ese sentido estas singularidades
se convierten en el nuevo mecanismo de representación y de identificación, no
es ya la manera usual de representar socialmente a los sujetos de manera
dicotómica, como pro o contra ideológicos, como liberales o de izquierda
respectivamente; sino que se da paso a un tipo especial de diversidad social,
aquella regida por la experiencia económica individual o de responsabilidad
individual, de consumo singular, de experiencia política tipológica y de una
organización radicular en general.
Esta es la característica de la nueva identidad
social, los tipos de origen (que
representan las sociedades singulares) componen ahora la diversidad social y
esta expresada en algunos países por el surgimiento de partidos nuevos con
posturas de tercera vía o incluso la proliferación de partidos que se agrupan
por intereses específicos y no con un programa general; sin embargo su mayor
expresión tiene que ver con la ciudadanía radicular y que se ensambla in situ en el campo de lo social lleno
de desigualdades , de movimientos desde lo marginal y otros que muestran la
generalización de lo radicular por medio de la indignación, el miedo al riesgo,
la vulnerabilidad o la precariedad, la desigualdad y el despojo.
El resultado de esta operación social, es la de
recrear diferentes sujetos de origen, que comparten en cierta medida ese sujeto
abstracto, que se identifican con el centrismo de Butler (2015) en el cuerpo,
pero que se adhieren igualmente a un cuerpo abstracto, mas cercano si, pero no
es el propio; es el cuerpo por el cual se siente simpatía.
En ese sentido, los arquetipos de sociedades
coexistentes en el espacio social, no pertenecen a nadie, son por esencia liberalanarquistas y responden a los
conglomerados de personas; estos pueden ser una nueva forma de desigualdad por
esteticidad y también es desigualdad por categorías de identidad singular;
pertenecer a una comunidad de este tipo y no poder atender las necesidades de
consumo que supone, significa la expulsión, la marginalización y la
clasificación de clase.
La importancia de entender estas categorías sociales
de consumo y de cultura como tipos de origen dinámicos; es que la
individualidad vuelve a desaparecer en la comunidad específica, existe un nuevo
individuo, el empresario de si, o el indignado, o el trabajador idiosincrático, pero estas categorías de sujetos son las
nuevas abstracciones a las que nos adscribimos, a las que elegimos de entre
otras tantas que en la experiencia son mas lejanas por cuestiones de calculo
económico o de experiencia de lo social.
Teoría en
el proceso de la tesis: el ambientalismo difuso.
Con todos los ejemplos señalados y la caracterización
de los procesos en los que consiste el copernicanismo en la teoría social en
sus dos versiones (experiencia y re-calculo); podíamos enseguida pensar en que
los énfasis por teorizar una experiencia, rápidamente se reproducen en las
estructuras sociales del estado y la gobernación, por lo que se pasa
rápidamente también de la teorización de la experiencia al recalculo económico
y social, siendo este ultimo menos exacto sin el primero.
En ese sentido, cuando se enmarca contextualmente el
ambientalismo, se puede recurrir a aquellas nuevas formas en que se organizan
los movimientos sociales mencionados, es decir, ambientalismo comunalista,
desde el sótano si asi se quiere decir así, aunque la denominación de tipo de origen es mucho mas radicular y
expresa no tanto esta jerarquía separatista, sino una conexión entre aquello
que los que piensan en términos de
marginalidad del movimiento social como
Zibechi(2013) ocultan; al fin y al cabo la generalización de una condición
económica y política moderna que se desplaza desde los tipos de origen hasta el resto de la sociedad, a la clase media
como vulnerabilidad y a las clases políticamente acomodadas como riesgo.
Los movimientos sociales entonces son también sujetos
de institucionalización como señala Butler (2015) y como señala el proceso de
teorización y re-calculo, no sin antes volverse incapaces de atender a los tipos de origen y por tanto a las
desigualdades que describían en un principio; asi mismo la ecología se vuelve
una propuesta moral y no tanto política, lo que la convierte en disponible a
las dinámicas económicas que le dan viabilidad social general, es decir
institucional, como forma de administrar el ambiente.
La Gobernanza
ambiental (ONU) se convierte en la política de marco y la ética ecológica sustituye a la consciencia
ambiental de los movimientos sociales, lo que si bien puede ser un criterio de
difusión, la mas de las veces se convierte en iniciativas individuales que
atenúan el problema, y que también disminuyen la potencia critica de los
objetivos ecologistas. En si, su completa adaptación a las dinámicas de mercado
como una nueva singularidad dentro del consumo o un tipo de origen no político,
sino de consumo.
En general, la participación de las tipologías en los
ámbitos políticos o de consumo, puede ayudar a vislumbrar nuevas singularidades
que antes se pensaban imposibles en el ámbito de movimientos sociales como el
ambientalista
Bibliografía:
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sociedad de control. Capítulo 3 La sociedad bajo vigilancia. 73-102.
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México: Fondo de Cultura Económica. Capítulo III. Cultura consumista.
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revolución rizomática. Las indignadas en España. Madrid: Alianza Editorial.
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lucha política. España: Paidós, Capítulo 4: Vulnerabilidad del cuerpo y la
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