31. Como se desensibiliza o re sensibiliza? (una metáfora para la mala pedagogía)
***
weareble sculpture performs a hand gesture |
El impulso
de ese imaginario tiene que ver con las desigualdades y brechas existentes;
cuando estas se vuelven individuales, lo hace también la lucha, y si la lucha
se vuelve colectiva, lo hará momentáneamente antes de individualizarse los
beneficios de la piñata; ese individualismo resignado, se vuelve rapaz en una
fase más avanzada.
Como
imperativo de la época, se reconoce ese impulso hacia la disolución de la
interacción cultural, para ocuparse ahora aparentemente de la interacción entre
individuos con intereses diferentes, si levantáramos ahora la lupa, bajo este
ambiente, seria común ver una gran desorganización de la vida, y una
departamentalización del sentimiento. Estas cuestiones están presentes en
ámbitos incluso de luchas coporal-politicas de izquierda y en el manejo del cuerpo
que se hace con la religión; la sensibilidad que rompe moldes pues busca como
armonía una síntesis vital, es subordinada a un sentido ideológico, es
imposible negociar con personas que no fueron educadas con la misma ideología o
que la cuestionan, si no es imposible es cada vez más difícil; así es como el
dialogo social también se rompe, o cuando toca convivir, la cercanía con otra
persona, se utilitariza la interaccion.
Arbol-mancha-poema |
La
politización de las emociones o su ideologización en un sentido amplio, es a
veces una militancia emocional selectiva
que no permite pensar la diferencia sino dentro de un grupo afín (de referencia)
que en resumidas cuentas arrastra al individuo que piensa la diferencia, pero
que es un vehículo para quienes piensan el rumbo con fuerza; cuando se habla de
grupos valorativos, una manera vehiculizante de actuar y una militancia
sentimental (sentimientos volcados a un límite de grupo específico) es que se
podria hablar de un caso mas de institucionalización cultural y social.
Si no se
conduce al sentimiento selectivo, de corral, e ideológico, se elabora hacia la
desaparición de parte de los sentimientos que puedan demostrarse contra
ideológicos y se les llama “amor romántico”, y no es que pretenda enaltecer el
amor romántico, todo lo contrario, me interesaría romper toda romanización que
produce la mantención de una comunidad por medio de la ideología únicamente,
una ideología que nos vuelve “nacidos” bajo un signo que nos marca de tal
manera que la combinación es imposible sin que signifique la subyugación de las
libertades bajo la autoridad de grupo o mínimo una censura que haga perder
beneficios obtenidos; las valoraciones son grupales, pero los beneficios
individuales, evidentemente nadie estaría valorando si eso no significara algún
beneficio para ellos.(dentro de la lógica individual que vemos expandirse en
todo ámbito)
En ese
sentido, si consideramos a estas variedades de pensamientos, como un solo
aparato des-sensibilizador y clasificador, podríamos decir que la
característica es que los sistemas de valoración colectiva, valorarían solamente
en la medida en que se beneficien los más cercanos al consenso desde cada
grupo; además de que se constituyen en grupos cerrados que excluyen individuos
sueltos en nombre de la entereza de grupo; por un lado el tema de la militancia
política y la desensibilización a lo que parezca contra ideológico, por otro
lado la moral, la mesura, el ocultamiento; estos dos estilos de construir la
vida se pertenecen mutuamente, “no habría nada que ordenar si no se desordenara
antes”; la exclusión es una constante en estos procesos doctrinarios igualmente
fuertes, en un sentido citológico, -las fuerzas representarían husos cromáticos
seleccionando material en la mitosis-.
Lo anterior,
radica en la paradoja carcelaria que significa no pertenecer a un grupo; puntos
de consenso entre los extremos el surco mitótico, podrían ser el disfrute
libertino del cuerpo, pero en el concepto de militancia queda excluido tal
disfrute, como también se discrimina entre los que poseen belleza y los que no,
los que son moralmente correctos y los que no, los que pertenecen a la religión
o no; esos indicadores de unión y desunión, serían utilizados de acuerdo a la
flexibilidad de los grupos frente a sus valoraciones. Lo importante es que entre
ambas fuerzas extremas, se presentan formas de selección, si no es militancia o
moral, es la propiedad económica y espacial, que comparten en si el mismo
principio de acumulación pero diferente modo de agrupamiento.
La pregunta
ahora que se nos nace es: ¿quiénes valoran y quienes están más cercanos al
consenso decisivo? Y además de eso ¿para qué es necesario clasificar, para dónde
van los clasificados y cuál es su función?, ¿todo esto es solo para engrosar
opiniones pensando en hacerlas válidas para la acción? ¿es la resignacion un aprendizaje?.
***
Comentarios
Publicar un comentario