Un ángel asesino o de como engañar al diablo.

pintura de william blake

Si cada vez que uno se topa con el diablo es por deseo de un enemigo, me deben de desear la muerte cada vuelta de esquina, pues no sé si bueno o malo el diablo me pregunta si deseo morir o intercambio ese beneficio por la muerte del que tengo en frente, y pues como no va a ser difícil tomar una decisión en estas condiciones.. aunque después se echa una risa y nada pasa, entonces me dice que me va a pagar la mejor fiesta que he tenido y que mi futuro le pertenece a él y a darle placer a sus prostitutas más cercanas, ahí es cuando yo me rio y él me dice -te tengo- yo no le doy mi número de teléfono aun sin saber si eso no lo esforzara a buscarme de otras formas (si el diablo anda celular); yo me hago el abstemio mientras me masturbo en un baño público entre charla y charla, el me pide que lo saque a pasear y me enseña un plato de cocaína, a lo que yo digo -no gracias tengo juicio por daños agravados y dos cargos de resistencia-, luego me ofrece una casa y un trabajo, maldigo mil veces haber rechazado otro trabajo en un ministerio y haber aceptado esa oferta laboral, pero me alegro de que hasta el momento no me haya dado el trabajo que me ofreció pues así no le debo nada aun.