Conocimiento,lenguaje, individualismo y arraigo

“El fin específico del hombre se encuentra precisamente     
en aquello que él debe ser, a través de su voluntad, en este
otro mundo. El hombre era meta de la naturaleza solamente
en la medida que estaba destinado a superarla en sí mismo,
a ir más lejos y a iniciar una nueva serie de acontecimientos
para sí mismo.” F.W.J. Schelling- Filosofía de la revelación.

Conocimiento,lenguaje individualismo y arraigo .

Las discusiones europeas sobre la correspondencia del mejor método para conocer, de donde proviene el conocimiento y el modelo de intelectual, poseen gran importancia incluso en la interpretación de la historia del conocimiento a partir de figuras sobresalientes que dejaron un precedente que se palpa a lo largo de la historia.
Temas sobre el arraigo del conocimiento y de la acción, la validez del mismo y la naturaleza de este eran de las grandes preguntas que se elaboraron desde la filosofía; poseía además de nociones racionales, grandes verdades de fe, de pasión y sentimiento que impregnaban la vocación por defender una corriente de pensamiento y desarrollar ideas desde ahí; en cierto momento esta correspondencia entre el conocimiento y la faceta pasional se separa con lo que resulta en variadas formas con también otro tipo de reivindicaciones que pretendían separarse de esos arraigos en la pretensión de pensar el conocimiento una especie de bien –no terrenal-, que daba propulsión progresista; la metafísica tradicional fue una manera de desterrenalizar el conocimiento para su divinización y posterior ascenso individual (una vez limpiado de la fe tradicional).
En el texto que trata Gellner, el trata de identificas los rasgos principales de dos corrientes de pensamiento que se imaginaban a sí mismas de maneras diferentes y se representaba el conocimiento de su mundo de maneras también opuestas entre sí; esa diferencia de representación era ya talvez latente desde los presocráticos, los cynicos y demás filosofía poco estudiada con profundidad, pero llega a trastocar de modo importante la modernidad del pensamiento a tal punto que hace necesaria la formulación de lo que Gellner llama una -corriente de oposición- a una especie de individualismo intelectual. Inicialmente en la Grecia antigua, la individualidad del conocimiento no era tan importante pues el mismo era dado para la práctica de la ética, la moralidad y las buenas costumbres o en última instancia era dada por lo perfecto en el conocimiento proveniente de los dioses, por lo que la personalidad del filósofo u orador no era más que un intérprete, un medio para el conocimiento.
Más tarde me parece a mí que con la llegada de los neoplatónicos y filósofos cristianos (teólogos), el papel de interpretación de la filosofía haciendo una revisión teológica de la biblia era de importancia para delimitar nuevamente las conceptos y la imagen de mundo; el lenguaje cambiaba para constituirse en una nueva representación de dios y su creación; mientras los dioses eran aparentemente perfectos e inmutables, ahora el Dios sigue siendo perfecto pero no tan inmutable, es decir, la concepción que de él se hace va cambiando de tirano a bondadoso y el conocimiento es participante de él mismo, a como también la causa de nuestra alma reside en el (así en Tomas de Aquino, sobre la inmortalidad del alma).
El concepto de cambio social posee una causa en el mismo dios, y en la actualización de los resultados, pero saliendo ya de ramas teológicas, la personalidad del intelectual, es humilde (ante el conocimiento) y reconoce en la comunidad la procedencia de una posibilidad perfectible; Gellner apunta a la separación posterior entre el conocimiento individual de la personalidad intelectual, separado de los grupos que valoran las ideas, los primeros poseen una potencia propia para la creación de conocimiento basal y propio, sin arraigo ni devenir; mientras que los demás proponen tomar la voluntad elaborada por los grupos y llevarla a cabo en la historia, así se imaginaban aunque la elite de individuos intelectuales se constituya en una especie de átomos agenciales y soberanos también.
La pregunta que a los dos les acontece, tiene que ver con ¿de dónde viene la actualización de la estructura del conocimiento? Y ¿de dónde viene la misma estructura, y además cuál es?
Sobre la respuesta Romántica a estas preguntas, encontramos en algunos sectores la necesidad de recordar añorando, algunos caracteres de las comunidades rurales, la convivencia tradicional y la cultura que vivía; esta es la clase de cosas que nutren a esa fracción del conocimiento que reconoce en el grupo particular una fuerza para alzar el conocimiento y validarlo, partiendo de la tradición. Isaiah Berlin nos muestra en esta concepción, el valor de una continuidad organica, a la vez que retoma algunas discusiones de los principales autores de la filosofía subjetivista y objetivista.
Se representa a la humanidad como natural y que es comprensible solo por expertos mediante mecanismos de lógica, y la utilización del lenguaje correcto, sin ambigüedades, esa naturaleza posee sus finalidades al igual que la historia con sus –metas, valores, intereses armoniosos-; esta visión que alimenta también la individualidad de la que nos decía Gellner, es negada posteriormente por algunos autores pero para reivindicar la independencia del medio natural, el movimiento del pensamiento se dirige hacia el discernimiento de esta división auto impuesta y a hacerla más clara cada vez, aunque al principio se dificulte.
Nos muestra a Kant con su –voz interna- que nos guía sobre otras voces más que nos dan categorías para aprehender la realidad aparentemente llena de opiniones sin conceptos, de esa vida que se convierte en estética y susceptible de todo tipo de juicios, nos llama a tomar esa voz casi de sentido común hacia la construcción de una moral y finalidades propias. La pasionalidad se separa de la razón, como formas impuras de actuar, o mejor dicho como una respuesta a la pregunta ¿de dónde vienen los valores?, en Kant se dirá, ¿de dónde viene el juicio?
Mientras Kant discierne entre la subjetividad individual y la posibilidad de objetividad de un juicio, Fichte parece proponer que la objetividad es posible sin el individuo,osea, solamente con el grupo; es citado por Berlin diciendo que “la vida de la razón consiste en que el individuo se olvide de sí mismo en la especie, arriesgar su vida por la vida de todos y sacrificar su vida por la de ellos”(cita 49)…”el individuo no existe…solo el grupo existe”(48). Esto es decir que la aprehensión de la razón es solo posible con valoraciones de grupo, o incluso que una forma de acción es solo posible juntando las fuerzas necesarias para hacerla. En ambos casos el pensamiento romántico, recalcaba la posibilidad de volver a esa comunión perdida pero de una manera moderna, -reconstruida- sea racional, pasionalmente o ambas.
Los primeros pasos que toman algunos románticos, tienen relación con que en la antigüedad la filosofía además de tener los caracteres que antes se mencionan, era prácticamente una tarea de lenguaje, la persuasión, los discursos sobre temas de costumbres, y palabras como ética, estética, política, idea y lógica eran las que regían lo que se decía, pues se partía de ellas para hacer aclaraciones sobre su significancia, para censurar algunos contenidos o para exaltar otros; parecía que la filosofía se dedicaba a un problema del lenguaje y de su ambivalencia, lo necesario era aclarar el lenguaje.
Posteriormente en la ilustración, la filosofía y demás pensamiento, tomaba esas palabras no como palabras del lenguaje nadamás, sino que las constituyen cada vez más como fracciones amplias del conocimiento que contienen una producción ya disponible, categorizable, para su ubicación y registro. El pensamiento cambia de rumbo al reconocer en el individuo la posibilidad, capacidad y voluntad de crear también nuevos valores y fines para sí mismo, se reconoció un nuevo carácter del conocimiento al separarlo como emanación de dios (o dioses), convertirlo en captación de la estructura natural y luego en producción del intelecto; individuo-conocimiento, este par ordenado será definitivo para toda la producción siguiente en el que adquiere nuevas estructuras y formas de relacionarse. “Aceptar que el ser humano es el origen de las leyes que lo rigen supone también aceptarlo en su integridad, tal como es, no tal como debería ser.”(todorov: pp13), la doble forma de relación individuo-conocimiento radica en su capacidad de producción de conocimiento, de su propia vida incluso, pero también el reconocerlo parcialmente como condicionante.
En el campo de la política, esta separación del individuo de aspectos tradicionales, se un eco en los que quieren reconstruir la comunidad social, y en los que proponen el conocimiento como bien atómico, en general, se trata de todo un tema que propone el manejo de las vida de formas diferentes o por lo menos es la pretensión; Gellner nos dice que la conciencia de que “ los grupos asociados no nos habían llegado como grupos, sino que habían sido ensamblados por nosotros; no tenían por si mismos ni estabilidad ni autoridad. Tanto es así que podrían ser reordenados de nuevo” (Gellner: 42) es la noción que permite a algunos en la época hacer valoraciones que lleven al movimiento de otras consciencias individuales y hacia el grupo de los átomos agentes; y que en ese momento es que también nos da a entender que “la libre experimentación es análoga al libre comercio”(Gellner: 42).
Es central además del pensamiento político y el filosófico, también considerar el económico que se va consolidando dentro de este concepto de libre agencia y de individuo racional, pues elabora cuestiones sobre la coincidencia lógica de la razón en cuestiones de bonanza y correcta práctica de la vida, la ética y demás ramas de la vida en sociedad. El pensamiento de todas estas ramas, una vez tomando bases del lenguaje de la filosofía antigua, se eleva sobre la tradición en un movimiento que trata de escapar de ella misma; no es por el hecho de que haya creado otra tradición por lo que se le admiraba, sino por el hecho de cambio de perspectiva que significo. Así la política, la ética, la filosofía y la economía, van separándose poco a poco de la fe y la tradición que domina los países; unos para romantizarla y reconstruirla, mientras otros proponen una nueva causa.
Así como en ese momento, la economía actual se debate entre la coexistencia con modelos de sociedad que se debaten entre ser –tradicionales, de mando centralizado o sociedades de libre mercado-, mientras en la economía el concepto de -eficiencia- contradice las flexibilidades o inflexiones que caracterizan a cada sociedad; por ejemplo en lo tradicional, se valora positivamente la eficacia en la distribución de bienes pero no su eficiencia, con las sociedades centralizadas, la inflexión en cuento a toma de decisiones es un problema para la flexibilidad del mercado; y así es como la economía también opina sobre la mejor manera de construir sociedad. Estas valoraciones que introduce el mercado, las esboza Todorov  cuando dice que “la economía, que debe liberarse de prohibiciones arbitrarias y permitir la libre circulación de los bienes, que debe fundamentarse en el valor del trabajo y del esfuerzo individual en lugar de apropiarse de privilegios y de jerarquías del pasado” (Todorov: 16)



Bibliografía Utilizada:
-Tzeban Todorov,-El proyecto-, en El espíritu de la Ilustración, Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2004, pags. 9-25.
-Isaiah Berlin, -La revolución romántica: una crisis en la historia del pensamiento- en El sentido de la realidad. Sobre las ideas y su historia, Madrid, Taurus, 1998, pags. 245-281.

-Ernest Gellner, -Solos o juntos-, -Los rivales-, -Genesis de la visión individualista-, -La metafísica del Romanticismo-, El romanticismo y las bases del nacionalismo-, -Individualismo y holismo en la sociedad-, en Lenguaje y soledad, Madrid. Editorial Síntesis, 2002. Pags 40-73.

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