Siameses intermitentes
ya han prohibido todo,
vernos, hablar nos, confluir y construir,
no hay nada mas que podamos hacer,
todo esta hecho para vivir,
danos todo y te daremos lo que mas quieres,
si nos lo das y no confiamos en vos, castigo.
si no haces lo que decimos, despojo,
una victoria no es mas ganancia,
ni para el que gana ni para el que pierde,
el que gana lo hace para dar tributos, y así lo pierde todo.
Solo transmitimos la violencia
como perros dándole de comer al amo,
violentando por cadena y frustración,
habrá quienes estén cómodos con esto
in correspondidos, incomprendidos.
Nos comprenden cuanto mas nos parezcamos entre nosotros,
los perros de la revolución, ingenuos del color,
por dentro destruidos, con cosas que nos dicen que son nuestras y nunca
las puse yo, nunca les deje entrar
maldita herencia! maldita conciencia! maldita cabeza!
todo el bien que hago con mi cuerpo lo obtiene el que expropio mi
cuerpo, y me dejo el suyo putrefacto.
si hago mal para mi, por conocimiento de hechos me señalan que el truco
me lo merezco de vuelta y no para el que me hace uso, mientras que el bien que
me hago lo sigue mereciendo el otro, aun con conocimiento del intercambio
forzoso,
el otro mata y yo me llevo la culpa por tener su arma en posesión, yo
guardo la maldad de los otros que me inculpan de sus actos, el otro esta
asesinando y yo absuelvo y perdono por no ser el culpable de los delitos, el
otro es misógino y yo me trago los insultos y los desquites, las amenazadas de
muerte.
nada es seguro,
ni la victoria es propia,
ni la derrota es nuestra una vez ganada,
ni el silencio asegura la vida,
ni hablar nos da absolución
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